DIVERSIÓN EN HUNGRÍA
Se ha convertido en una de las atracciones más surrealistas de la capital húngara, y es que no todos los días tiene uno la oportunidad de recorrer las calles de Budapest y, sin bajarse del bus, comenzar a navegar el Danubio.
No hay capital europea que, actualmente, no tenga autobuses turísticos, muchos de ellos de dos plantas, desde los que los turistas puedan recorrer sin necesidad de caminar los lugares más emblemáticos. Para muchos, es una buena forma de establecer un primer contacto con la ciudad, para ver un poco por encima lo que hay y, posteriormente, ir conociendo con calma, y a pie, los puntos que le llamaron la atención. Otros, directamente, lo consideran una especie de viaje guiado, que les ahorra el esfuerzo de comprender planos de metro y autobuses, así como largas distancias.
Sin embargo, en Budapest hay una empresa que ha ido un paso más allá en su concepto de autobús turístico. Se trata de RiverRide, una firma que opera en la capital húngara y cuyos autobuses, además de recorrer la ciudad de arriba abajo, también se meten dentro del Danubio y lo navegan. Y todo porque los grandes autobuses amarillos que les identifican, además de por tierra, son anfibios y pueden ir por el agua.
El Autobús Acuático, que es como conocen a este original medio de transporte, comenzó a funcionar en 2009 y hoy ya es una de las atracciones por sí mismo de la ciudad. La posibilidad de hacer un tour por el centro histórico y, sin cambiar de vehículo, zambullirse en el río es toda una experiencia.
Antes de que el autobús se sumerja, RiverRide da una vuelta por los principales rincones de Budapest por tierra, creando, además, un poco de expectación entre los pasajeros. El viaje comienza en la plaza de István Széchenyi (la Plaza de Roosevelt en otra época) y pasa por la Academia de Ciencias de Hungría, las calles Akadémia, Nádor y József Attila. Sigue hasta la sinagoga de la calle Dohány, desde donde gira hacia la calle Andrássy, antes de alcanzar la Plaza de los Héroes y el edificio de la Ópera. Ahora, sí, tocará el chapuzón.
La navegación por el Danubio también incluye un recorrido. Después de la inmersión en sí toca ir al Parlamento, la isla Margarita, el Puente de Margarita, el Castillo de Buda, el Puente de las Cadenas y por supuesto, el mismísimo Danubio que divide Budapest. Durante la vuelta los que se hayan preparado de los datos del anfibio podrán ganar ciertos premios. Al tomar tierra toma rumbo hacia la plaza Széchényi, donde llega tras salir por el embarcadero inferior de la orilla de Pest.
El horario del RiverRide es diario a las 10, 12, 15 y 17 h., durante los meses de abril a octubre. De noviembre a marzo, a las 11, 13 y 15 h. La visita completa tiene una duración de 1 hora y 45 minutos y siempre se sale del número 7 de la Plaza Széchenyi István. El precio del billete es de 8.500 forintos o florines (28 euros), aunque los estudiantes y jóvenes hasta 14 años tienen descuento (6.000 florines; 20 €); y los menores de 6 años entran gratis. Con la Budapest Card se realiza un descuento del 10 %.
Si quieres conocer Budapest desde el Danubio, sin montar en barco y desde el autobús más pintoresco del Viejo Continente, ya estás tardando en reservar plaza.
Más información:
RiverRide Budapest