Memorias de África
"Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong...". Quién no recuerda esta frase con la que comienza la película Memorias de África. Un viaje en avioneta sobre verdes e inmensas praderas en las que las manadas de ñus y cebras trotaban a placer por la tierra en libertad. Las aves elevaban el vuelo al paso de la avioneta y el cielo era más azul y la pradera más verde y el amor de Karen y Denis Finch Hatton más intenso.
La película se basa en las vivencias que Karen Blixen plasmó en un libro, bajo el seudónimo de Isak Dinesen, sobre un África que la cautivó, la enamoró y por la que sentía un respeto infinito. Hoy podemos conocer un poco más esa Kenia que cambió la vida de la baronesa.
Denis era un gran cazador, pero hoy que la caza está prohibida en todo el país no podemos dejar de realizar un safari fotográfico para inmortalizar a través del objetivo de nuestra cámara a los míticos 'big five': el búfalo, el elefante, el leopardo, el rinoceronte y el rey de la selva, el león. Un safari ideal por la reserva nacional Masai Mara, famoso por la extraordinaria cantidad y variedad de fauna; fronterizo con Tanzania, está situado al sudoeste de Kenia en el Serengueti, en el valle del Rift, territorio de los Masai. Podemos también contemplar a este pueblo guerrero y trashumante que dirige el ganado a pastos más verdes a través de sus sabanas.
Imprescindible conocer la capital, Nairobi, una ciudad que hace un siglo era un pantano salobre y hoy se ha convertido en una de las ciudades más grandes y prósperas de África. Una ciudad que parece no dormir nunca, con una energía sin límites y lugar de grandes contrastes donde raza y tribu siguen teniendo un peso importante. A las afueras de la ciudad se encuentra el Parque Nacional de Nairobi, 113 kilómetros cuadrados de llanuras, acantilados y bosques. El parque es el hogar de grandes manadas de cebras, ñus, búfalos, jirafas... El guepardo y el león salvaje viven a escasos veinte minutos de la ciudad.
En Nairobi se encuentra también la casa donde vivió la baronesa Blixen, protegida desde los 80 gracias a la aportación que hiciera la Universal Film. Podemos admirar la mansión, hoy museo, los edificios anexos como el secadero de café, e incluso los jardines, que se alquilan para bodas o banquetes.
Otra ciudad imprescindible es Mombasa, un lugar lleno de historia y al mismo tiempo un fascinante enclave con un puerto comercial cosmopolita. Mombasa es una isla conectada al continente por puentes y transbordadores que se abre a un amplio puerto, donde la navegación comercial se mezcla con dhows de vela tradicionales. El verdadero corazón de Mombasa se encuentra en el exótico casco antiguo, entre las calles estrechas y sinuosas y la arquitectura árabe.
A escasos kilómetros al norte de Mombasa se encuentra la pequeña ciudad de Malindi. Está en el centro de una franja de idílicas playas tropicales que ofrecen al visitante una variedad de resorts de fama mundial y escondites relajantes. Al lado de Malindi localizamos el tranquilo pueblo de Watamu, rodeado de anchas playas de arena blanca, lugar ideal para descansar y dedicarse a la práctica del buceo.
“Yo tenía una granja en África…". Terminamos como la película… invitándoos a vivir Kenia a través de Karen.
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Turismo de Kenia