MALASIA

Sabah, en Malasia, paraíso para ecoturistas

Uno de los secretos malayos que ha desvelado Turismo de Malasia en FITUR es el estado de Sabah, todo un paraíso para los amantes de la naturaleza al norte de la isla de Borneo.

Sabah, en Malasia, paraíso para ecoturistasImagen cortesía de Turismo de Sabah

Visitar Sabah es descubrir la naturaleza malaya y su vida salvaje, sus islas paradisíacas, sus playas de postal y toda una serie de políticas verdes que buscan la sostenibilidad del entorno y su conservación sin renunciar por ello al turismo, dicho de otro modo, sin renunciar a los beneficios económicos del turismo para los países que lo reciben y sin hacer renunciar a los turistas a un entorno tan bello, natural y espectacular como el estado malayo de Sabah.

En Sabah descubrimos un Centro de Rehabilitación de Orangutanes, la Zona de Conservación del Valle de Danum y el Parque Kinabalu que pronto será reconocido como Geoparque Mundial de la UNESCO y en el que está el monte más alto del país (el Kinabalu, que supera los 4000 metros de altura).

Sabah | Imagen cortesía de Turismo de Sabah

Las Islas Sugud, que pertenecen al estado malayo de Sabah, ocupan una Zona de Conservación Marítima y en particular una de ellas, la isla de Lankayan, ha sido incluida en la lista verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza por tratarse de una isla bien protegida y bien gestionada.

En Malasia, y particularmente en Sabah, no solo se cuidan los parques marinos y naturales, los santuarios de vida salvaje y las reservas forestales, también se promueve la mejora de la calidad de vida de las comunidades rurales a través del turismo comunitario, un tipo de turismo que se está potenciando no sólo a través de campañas públicas sino activando una serie de consejos de acción turística en los diferentes distritos del estado para que sean sus beneficiarios quienes lo desarrollen en beneficio de toda la población local.

Sabah | Imagen cortesía de Turismo de Sabah

Si te seduce la idea de visitar Sabah, ten en cuenta que si bien el clima es ecuatorial y por tanto sus temperaturas son cálidas todo el año, entre octubre y febrero te las verás con una mayor humedad mientras que marzo y abril resultan ideales para quienes visitan esta región malaya con el ánimo de subir el Monte Kinabalu.