Alentejo. Portugal
La mayor superficie de alcornoques del mundo está en Portugal, es el Alentejo, de ahí que el corcho sea todo un símbolo de esta región.
Que el Alentejo portugués esté lleno de fábricas de corcho, de hoteles forrados de este material, incluso alguna bodega, y también de mercadillos en los que encontrarás mil y un objetos de este material, incluso botines, no es casual; es la consecuencia del hecho cierto de que en esta zona de Portugal se concentra la mayor superfice de alcornoques del mundo y de estos alcornoques se extrae el corcho que convierte a Portugal en el principal productor mundial de este material.
¿Te imaginas recorrer el Alentejo portugués siguiendo la ruta del corcho de sus alcornoques? esta ruta te llevará a Évora, una localidad que es además Patrimonio de la Humanidad y cuya fama se reparte por igual entre su patrimonio histórico y sus mercadillos de artesanía popular en los que mandan los diseños en corcho; sin salir de esta localidad hay dos visitas que, si te seduce la historia del corcho, no debes olvidar: la fábrica de transformación de corcho más curiosa y peculiar del mundo, Cortiçarte, y un hotel de cuatro estrellas cuya fachada es toda de corcho, el hotel Ecork.
¿Y por qué el éxito de la industria del corcho en Portugal? ciertamente, porque todo en este material son ventajas: los alcornoques son unos de los árboles que más toneladas de CO2 capturan al año, el proceso de transformación del corcho es rápido y sencillo y lo que se obtiene es un material resistente, reciclable, hpoalergénico y de notables cualidades térmicas y acústicas. Todas estas ventajas son las que hacen que Portugal cuide de sus alcornoques hasta el punto de que el 25% de la superficie de alcornoques del mundo está aquí, en nuestro país vecino, y también de su industria del corcho logrando que el 60% de las exportaciones internacionales de corcho son portuguesas.
Por si tenías pocas razones para visitar el Alentejo portugués, un territorio entre el Tajo y el Algarve que enamora tanto a los amantes del turismo rural como a los que se mueren por un viaje de enoturismo o los que se pierden por los viajes que recorren el patrimonio arqueológico, monumental y arquitectónico del mundo, aquí tienes una razón más para visitarlo: el corcho.