Un rincón mágico de Italia
Italia es uno de los países más mágicos de Europa y Bolonia una de sus ciudades más especiales. Hoy queremos descubrirte todos sus secretos, para que exprimas al máximo tu visita. ¡Te va a enamorar!
Música en la calle, helados de mil sabores y el olor característico del país de las vespas, la pasta y los canales. Bolonia es una de las ciudades más espectaculares de Italia, aunque quizá no goce de la fama de Roma, Milán, Venecia o Florencia. Acogedora, artística y única. Una ciudad que abre sus brazos para recibirte y que no tiene reparo en mostrar sus contrastes, permitiéndote hacer un viaje por su historia y por todas sus etapas.
Como todas las urbes importantes, Bolonia guarda muchos secretos, algunos de ellos desconocidos para sus habitantes y que jamás saldrán a la luz, mientras que otros están reservados para unos pocos privilegiados. Sólo aquellos que se empapan de la ciudad, que caminan por sus callejuelas y contemplan las impresionantes fachadas de sus edificios pueden conocer en profundidad a la bellísima Bolonia.
Sus muros te dejarán sin aliento, especialmente si tienes en cuenta que se edificaron hace siglos, incluidas sus dos grandes torres. Pero no será esto lo único que te sorprenda, ni siquiera sus riquísimos platos de pasta o su mortadela. Los 8 secretos que te traemos provocarán que nazcan en ti unas ganas locas de viajar ya mismo hasta Italia.
Los canales ocultos
Muchos lo desconocen o directamente lo han olvidado, pero Bolonia contaba en el pasado con una serie de canales por los que se producía el transporte de mercancía. Con el paso del tiempo, esta particular pequeña Venecia vio cómo sus canales se fueron soterrando, quedando tan solo uno a vista de los turistas.
Si quieres disfrutar de este maravilloso fenómeno, tendrás que desplazarte hasta la Via Piella, donde encontrarás la famosa Finestrella, una abertura de un muro a través de la que podrás observar el único canal superviviente.
La virilidad de Neptuno
Es posible que hayas oído hablar de la Fontana del Nettuno, puesto que se trata de uno de los monumentos más importantes de Bolonia. En un principio, la escultura de esta deidad tuvo que ser modificada, ya que se consideraba que los atributos que le había otorgado su creador eran demasiado exagerados.
Aunque Giambologna, el escultor del que hablamos, modificó esta parte de la anatomía de Neptuno, jugó con todos aquellos que se atrevieran a mirarla con otros ojos. Si nos situamos sobre una baldosa de una tonalidad diferente al resto, cercana a la entrada de Salarbosa, podremos ver cómo el dedo gordo de la estatua crea un efecto visual, pareciendo un miembro viril a media asta.
Las tres flechas
Si paseas por la Strada Maggiore, debes estar muy atento. En una estructura de madera encontrarás clavadas tres flechas, que se mantienen allí desde hace cientos de años. Según cuenta la leyenda, tres maleantes fueron sorprendidos por la imagen de una mujer desnuda en un balcón cuando trataban de acabar con la vida de un local. Quedaron tan impresionados que dispararon sus flechas en la dirección incorrecta, clavándose en el lugar en el que se hallan en la actualidad.
El arco de los susurros
Las paredes de los edificios de Bolonia guardan muchos secretos y no es una forma de hablar. En tu visita a la Piazza Maggiore acércate a los pórticos del Palazzo del Podestà y busca las estatuas de San Doménico y San Petronio. Sitúate frente a la pared, justo debajo de la figura de uno de los santos, y habla en un tono normal. Tu voz se escuchará perfectamente junto al otro santo.
Esta curiosa obra arquitectónica fue diseñada de esta manera para que los curas pudieran confesar antiguamente a los enfermos de lepra sin que existiera riesgo de contagio.
El rostro del diablo
Según una leyenda, en la Piazza Santo Stefano vivía una de las familias más poderosas de la ciudad. En su día, el padre encargó a un importante escultor que representara los rostros de todos y cada uno de los miembros de dicha familia en la fachada de su palacio y éste sorprendió a todo el mundo esculpiendo un relieve con la cara del diablo entre el resto. ¿Estaría queriendo representar a uno de los miembros y compararlo con él?
¿Cannabis?
Es normal que no lo sepas, pero hace muchos años el cannabis era una sustancia que no sólo estaba permitida en Bolonia, sino que era considerada como una de las principales fuentes de negocio y riqueza de la ciudad italiana.
En los pórticos que se encuentran bajo la Torre Scappi encontramos un fresco en el que se lee la frase “el pan es vida, el cannabis es protección, el vino es alegría”. Una de las curiosidades más impactantes con la que dejarás sin palabras a tus acompañantes.
Fábrica de Ducati, para los más moteros
No todo son monumentos y edificaciones espectaculares, callejuelas antiguas y comida en Bolonia. Si hay algo que en Italia se venera por encima de el 90% de las cosas son las motos. En las afueras de la ciudad podrás encontrar la fábrica de Ducati, donde, siempre con cita previa, disfrutarás de un tour por su museo y de todo aquello que no vemos: el proceso de creación de una moto artesana.
Si eres un aficionado de las dos ruedas, te sentirás como un niño pequeño. Allí podrás encontrar la moto de campeones del mundo como el mismísimo Nicky Hayden. Una parada obligatoria y muy diferente.
La basílica de San Petronio, su propia Sagrada Familia
Como bien sabrás, además de por su belleza incomparable, la Sagrada Familia es ‘famosa’ por el hecho de que su construcción aún no ha llegado a su fin. En Bolonia encontramos un caso similar, la basílica de San Petronio. La intención era que fuera prácticamente la más grande de todo el mundo y, aunque no se llego a culminar el proyecto, aún continúa siendo la sexta más extensa de Europa.
Es hora de hacer las maletas y perderte por esta ciudad, entre secretos, susurros y mucho arte.