Otoño en pareja
El otoño es una de las estaciones más agradecidas para hacer planes en pareja. Tanto para visitar ciudades cosmopolitas, como para refugiarnos en algún lugar rodeado de naturaleza. El tiempo aún no es muy frio, y el calor ya no es tan intenso.
El Burgo de Osma, Soria
Para los amantes del viento fresco de la mañana, esta localidad de la provincia de Soria es ideal para pasar un fin de semana. Esta zona es conocida por sus aguas termales, y de echo en el pueblo hay varios spas. Podremos pasear por las calles del pueblo o cerca del río Usero. La gastronomía que encontraremos es la típica castellana, que nos dará toda la energía necesaria para ver todos los enclaves históricos-culturales de esta histórica villa,
Lisboa, Portugal
Ir a Lisboa siempre es un acierto, es una ciudad abierta al océano, multicultural y que cuenta con una faceta muy bohemia. Podremos visitar los lugares más emblemáticos de la ciudad y disfrutar de una noche muy alternativa en Barrio Alto. No podremos dejar la ciudad sin deleitarnos con sus deliciosos platos típicos que incluyen las sardinas asadas, pataniscas de bacalao y los peixinhos da horta. Y por supuesto su dulce típico, el Pastel de Belém.
San Sebastián, Guipúzcoa
Es la ciudad del Peine del Viento, ubicada en el golfo de Vizcaya y con unas playas fama internacional gracias a eventos deportivos y culturales, como el Festival de Cine de San Sebastián. Esta ciudad señorial, es acogedora y su casco antiguo se rinde a los pies del visitante mostrándole los mejores pintxos. San Sebastián es conocida por su gran vida cultural, y prueba de ello es el importante centro Tabakalera Donosti.
Las Ardenas, Bélgica
Seguramente, casi todos hayamos estado en Bruselas, Gante y Brujas, el triángulo de las ciudades flamencas por antonomasia. Pero una de las regiones más hermosas de este país es la de Ardenas, que además es de gran orgullo para los belgas pues es la única zona montañosa del país. Hay numerosas rutas para hacer senderismo y nos deleitaremos con los colores pardos y amarillos de sus bosques. Para combatir el frío que podamos sentir durante nuestro paseo, lo mejor es entrar en calor con uno de los platos típicos del país, Stoofvlees (flamenco) o carbonade flamende (francés).
Logroño, La Rioja
Para los apasionados del vino y más en concreto de los Rioja, visitar Logroño es casi como estar en el paraíso. Con la afamada calle del Laurel que podemos recorrer de bar en bar, Logroño se ha convertido en una de las capitales de la tapa. Durante nuestra estancia allí podremos visitar el Puente de Piedra o la Concatedral de Santa María la Redonda. Por supuesto, no podemos perder la oportunidad de dejarnos caer por una de las numerosas bodegas riojanas.
Nantes, Francia
Situada a orillas del Loira, muy cerca de su desembocadura está Nantes, la capital de la región de Países del Loira. Aunque esta ciudad francesa pueda pasar desapercibida, tiene mucho que ofrecer y que descubrir, como su catedral, El Teatro Graslin o el Castillo de los Duques de Bretaña. Está claro que para vivir un lugar de verdad hay que sumergirse en su gastronomía en la que encontraremos vieiras, sus deliciosas Gâteau Nantais o su famoso vino blanco denominado Muscadet, entre otras muchas delicias.