CENTROAMÉRICA
Si quieres pasear entre volcanes, en Centroamérica te sobran opciones; más de 100 volcanes y 1.500 kilómetros de senderos.
Los paisajes volcánicos, lo sabemos bien porque también los disfrutamos en España, son realmente espectaculares, nos permiten acercarnos a cráteres todavía activos y maravillarnos ante vistas panorámicas de escándalo; de entre los más de 100 volcanes de Centroamérica con sus más de 1.500 kilómetros de senderos, te proponemos visitar tres: el volcán Pacaya en Guatemala, el volcán Masaya en Nicaragua y el volcán de Santa Ana en El Salvador.
El volcán Pacaya es uno de los más visitados de Centroamérica por los imponentes paisajes que lo rodean, está a menos de 50 kilómetros de Ciudad de Guatemala lo que facilita además acceder a su entorno; sus caminos de lava seca, sobre los que puedes caminar, son uno de sus atractivos más curiosos pero no el único, sus senderos están rodeados de vegetación y, además, cabe que puedas ser testigo de alguna de las pequeñas erupciones que sufre regularmente este volcán. Las vistas desde la cima son un espectáculo porque incluyen además panorámicas de otros volcanes de la zona y del gran lago Amatitlán.
¿Te imaginas caminando al borde del cráter del volcán? En el volcán Masaya de Nicaragua podrás hacerlo y no es una experiencia común porque se trata del cráter de un volcán activo, podrás maravillarte ante el brillo del magma y sentir en tu piel el calor que surge del interior de la tierra. Como sucede con los paisajes volcánicos, el entorno del volcán Masaya es rico en fauna y flora (tucanes, pericos verdes, monos aulladores, zorros…) pero también en cuevas de lava formadas durante antiguas erupciones, cuevas en las que además podrás entrar.
El de Santa Ana, también llamado Llamatepec, es el volcán más alto de Ecuador, podrás subir hasta su cráter en una ruta desafiante y disfrutar no sólo de vistas panorámicas de escándalo sino también del imponente lago Coatapeque; no dudes en contratar una excursión guiada a la cima de este volcán porque será el mejor modo de conocer no sólo lo que ven tus ojos sino también cómo se ha formado este entorno volcánico, eso además de descubrir tradiciones culturales de la zona ligadas a este volcán que era considerado sagrado por parte de quienes vivían en la zona durante alguna de sus erupciones.