VIENA
Está en el distrito 9 de Viena y es famoso por sus cafés, sus restaurantes y sus tiendas, es el pequeño París de la ciudad.
Servitenviertel es un barrio con mucho encanto, en su zona central, conocida como Servitengasse, el tráfico se ha restringido y eso hace que caminar por sus calles evoque un viaje en el tiempo que nos lleva a la Viena que un día fue; es un barrio muy tranquilo, famoso por sus floristerías, sus tiendas, sus bares, cafés y restaurantes, sus calles peatonales en las que crecen los árboles y en las que se han instalado asientos y fuentes que hacen el barrio, si cabe, más acogedor.
Las casas de Servitenviertel están muy bien conservadas y entre ellas destacan construcciones como la iglesia de los Servitas, que es un templo barroco del S.XVII; la terrazas en verano convierten las calles y plazas del barrio en un hervidero de gente gozando del buen tiempo y todos los jueves se organiza el Servitenmarkt, un mercado de producto local y ecológico.
Este barrio no es conocido como el pequeño París sólo por su estética o su ambiente, la influencia francesa es más notable que todo eso, es habitual oír hablar francés en sus calles y cuenta además con algunos restaurantes que están aquí, en Viena, como podrían estar en el mismísimo corazón de París ¿uno de ellos? El bistró La Mercerie; cruasanes y baguettes por doquier, éclairs y tartas recién llegadas de París (llegan a diario) y por supuesto platos como la quiché Lorraine y las tablas de quesos franceses son solo algunas de las delicias galas a degustar en La Mercerie.
¿Más detalles franceses de Servitenviertel? La fábrica de chocolate Xocolat (¡qué bombones!) y el restaurante de Harald Brunner, Servitenwirt, un curioso local de cocina fusión franco - austríaca que en verano sirve sus mesas en la terraza con vistas a la la iglesia de los Servitas. Si algo no falta en este barrio son propuestas gastronómicas austríacas e internacionales, las hay incluso con Estrella Michelin, se trata de la taberna Pramerl & The Wolf y su propuesta es de cocina vienesa de vanguardia.
Claro que no todo va a ser comer y terracear, desde Servitenviertel podrás seguir los pasos de la Viena judía porque, siendo este un barrio judío no es el único de la ciudad, ese paseo te llevará hasta el Museo Sigmund Freud en el número 19 de la calle Berggasse, allí descubrirás incluso las habitaciones privadas del insigne escritor del psicoanálisis porque allí vivió y trabajó desde el año 1891 hasta que en 1038 emigró a Gran Bretaña.