UN FASCINANTE VIAJE EN SUDÁFRICA
A una hora en coche de Johannesburgo y Pretoria, las cuevas de Sterkfontein son famosas en todo el mundo. Y lo son porque, entre otras cosas, han sido reconocidas como la Cuna de la Humanidad. Declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, su importancia viene de que allí se ha extraído un tercio de todos los restos fósiles de homínidos hallados hasta la fecha, los más antiguos de unos 3,5 millones de años.
Fósiles de homínidos y de animales, los más importantes los de la Sra. Ples, que es el cráneo completo de un Australopithecus africanus de 2.6 millones de años y el Pequeño Pie, el esqueleto casi completo de un Australopithecus africanus con una antigüedad de aproximadamente 3, 5 millones de años. Fósiles que nos dicen mucho acerca de los precursores de los humanos modernos, los Homo sapiens.
Hallazgos arqueológicos que también incluyen herramientas de piedra con 2 millones de años de edad; e incluso en Swartkrans, cerca de las cuevas de Sterkfontein, una colección de 270 huesos quemados que revelan cómo nuestros antepasados aprendieron a dominar el fuego hace más de un millón de años.
Maropeng es el centro de visitantes de la Cuna de la Humanidad y cubre un área de 2.500 metros cuadrados. Su nombre traducido es "retornar al lugar de origen" en idioma Setswana, una de las lenguas habladas en esta región. Y es un centro de exhibición y museo interactivo centrado en el origen y la evolución de la especie humana y sus antecesores. La entrada al recinto tiene la forma de un túmulo sepulcral gigante, y es el lugar desde el que se inicia el viaje más interesante de nuestras vidas, el de aprender más sobre nuestros antepasados.
La aventura en su interior comienza con un paseo en barco bajo tierra, que da paso a una exhibición a base de paneles explicativos del proceso evolutivo de la especie humana, que se complementa con originales y copias de fósiles, esqueletos, instrumentos de hasta 1 millón de años de antigüedad y figuras de homínidos a escala real. Un centro ideal para visitar con los más pequeños de la casa ya que es totalmente interactivo.
A 10 kilómetros de Maropeng, las Cuevas de Sterkfontein son hoy, además de una visita obligada, el hogar de un restaurante de lujo y de varias salas de conferencias ideales para reuniones de empresa. Las cuevas de Sterkfontein son propiedad de la Universidad de Witwatersrand, cuyos científicos son los responsables de las principales excavaciones de este sitio arqueológico. Ellos son los que han acreditado muchos de los descubrimientos realizados hasta la fecha.
Las visitas a las cuevas comienzan por la superficie para luego adentrarse en las entrañas de la tierra hasta unos 60 metros de profundidad, entre pasillos angostos repletos de estalactitas y estalagmitas con recorridos que salen cada media hora durante los siete días a la semana. Es recomendable usar un calzado cómodo y dejar tus pertenencias en la consigna ya que hay una serie de espacios estrechos, algunos en forma de túnel de 1 metro de alto por un metro de ancho. Si padeces de claustrofobia tampoco es una visita para ti. Y tienes que tener en cuenta que durante el recorrido hay un montón de escaleras.
Este es, sin duda, uno de los yacimientos más importantes del mundo, ya que más de 500 homínidos han salido de lo más profundo de estas cuevas, un escalón más en el proceso de conocer nuestro origen. Las cuevas de Sterkfontein de los lugares más maravillosos y esenciales para poder comprender la evolución del ser humano.
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Sterkfontein