Europa
Sala es hoy un pequeño pueblo de poco más de 12.000 habitantes, un lugar remoto y perdido de Suecia que antaño fuera una fuente fundamental de la economía de la región por una sola razón: su mina de plata. El pueblo de Sala nació en torno a esta mina en el medievo y durante siglos se ha mantenido de su producción. Su auge lo vivió en el XVI, XVII y XVIII, pero hoy no es más que un sencillo y precioso pueblo con aparentemente poco más que ver que la misma mina, una iglesia y el museo del pintor impresionista Ivan Aguéli nacido allí en 1896. Sin embargo todos los fines de semana y los periodos vacacionales el pueblo se llena de turistas por el atractivo de la mina de plata hoy convertido en museo, en sala, en hotel y en la que encontrarás la habitación de hotel más profunda del mundo. A 155 metros bajo tierra, aunque la mina llegó a tener hasta 300 metros de profundidad, Sala Silvergruva dispone de una pequeña habitación para dos personas, en una cavidad en la que los 2 grados de temperatura media de la cueva se convierten en 18º naturales y que está perfectamente acomodada con luz y calefacción y abrigo suficiente como para que los visitantes no pasen el más mínimo frío. Decorada con un cierto aire retro y referencias a la plata en tapicerías y lámparas, lóbrega y oscura en la piedra tallada a mano por los trabajadores de la mina, que la usaron de sala de descanso y refugio, los tonos plateados se hacen cálidos con una íntima iluminación. El precio por pasar una noche en la Suite de la mina, que dispone también de una pequeña mesa de comedor para las dos personas que vayan a pernoctar allí, es de 4.290 SEK, unos 477 euros al cambio. Precio que incluye una visita guiada por la parte visible de los 20 kilómetros de mina, y una bolsa con refrescos y el desayuno. Dado que se accede a la mina con un ascensor y tránsito por ella es básicamente llano, es accesible para todo el mundo. ¿Y el baño? Pues a unos 50 metros de la suite, en la misma cueva, aunque para las cuestiones de aseo serias tiene uno que subirse al hotel, otra opción de hospedaje interesante. Un hotel que data de 1920 y que dispone de 15 habitaciones dobles. Más confortable, luminoso y alegre, en el que por supuesto tienes acceso a la wifi para poder contarle al mundo tus miedos y temores después de haber pasado una fría y silenciosa noche a 155 metros de profundidad en la Suite más profunda del mundo. ¿Y luego? Todo está pensado, la mina está cuidadosamente preparada para el turismo, exhibiciones luminosas, recorridos guiados y fuera de la mina, todo tipo de actividades al aire libre, tirolinas, puentes colgantes… vamos que uno se puede desquitar de tanta profundidad con mucho que ver y que hacer en el espectacular paisaje de Suecia. Sala está a unos 136 kilómetros al noroeste de Estocolmo por la ruta más rápida, una hora y cuarto aproximadamente, por la carretera de Uppsala.