EN SANTA POLA
Una pequeña isla habitada localizada frente a la costa de Alicante, un lugar perfecto para unas vacaciones de ensueño.
Las vacaciones de verano son el momento más esperado del año. Y es que poder escoger unos días de descanso y pasarlos en algún lugar diferente al que estamos normalmente, es una especie de regalo que recibimos con muchas ganas. Los destinos que más se eligen en esta época del año son aquellos que te permiten alejarte de la rutina del día a día. Nos referimos a destinos paradisiacos donde nuestra mente pueda descansar del ruido de la ciudad.
En Viajestic hemos hablado de sitios como Bolbaite, un pueblo escondido en Valencia que alberga un paisaje natural ideal para relajarte y refrescarte. Sin embargo, si ampliamos aún más la vista en la costa de la Comunidad Valenciana, nos encontramos con una isla a 22 kilómetros de Alicante que resulta ser la elección perfecta para las vacaciones de muchos españoles que conocen este rincón de España. Hablamos de la Isla de Tabarca.
Localizada a tan solo unos 8 kilómetros de Santa Pola, Tabarca es una isla de 50 habitantes (solamente una decena de ellos viven aquí durante todo el año). A parte de por su maravilloso paisaje y sus interesantes atractivos turísticos, destaca por ser la isla habitada más pequeña de España. Con 1.800 metros de largo y 450 metros de ancho, este destino abraza a cientos de turistas cada año. Y es que a pesar de su pequeño tamaño o incluso de su escasa vegetación, este lugar llama la atención de los sus visitantes por sus hermosas aguas y por algunos de sus enclaves turísticos como la Casa del Gobernador (actualmente un hotel), la Iglesia de San Pedro, las Cuevas de Llop Marí y algunos restos de la muralla que antiguamente cubría la isla.
Para llegar a este destino turístico, es recomendable salir desde Santa Pola porque el viaje es más corto y más económico que desde Alicante. El trayecto se puede realizar en lancha rápida, en catamarán o en un barco-taxi.
Algunas de las actividades que se pueden llevar a cabo en el pequeño islote son deportes como snorkel, alquilar barcos para recorrer sus hermosas calas (como la Cales de Birros i la Guàrdia o la pequeña cala situada entre Tabarca y el islote de la Cantra), visitar el Museo de Nueva Tabarca, etc.
En 1986 los alrededores de la isla fueron reconocidos como Reserva Natural Marina debido a la diversa flora y fauna que albergan las profundidades de sus aguas.
El alojamiento en este lugar es sencillo debido a que, a pesar de su minúsculo tamaño, hay hoteles y diversos lugares donde poder descansar después de un día recorriendo la isla.
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