ESTONIA
Será en 2024 cuando Tartu, la segunda ciudad más grande de Estonia y la más antigua de los países bálticos, se convierta en la Capital Europea de la Cultura.
Tartu es, después de Tallin y a dos horas en tren de ella, la ciudad más importante de Estonia lo que la convierte en una visita obligada en cualquier viaje a este país, ahora bien, en 2024 esa obligación se incrementa notablemente porque Tartu será entonces la Capital Europea de la cultura, como tal su lema será ‘Arts of Survival’ (Artes de Supervivencia) y tratará de expresar el poder del arte para construir el futuro de Europa.
Claro que la capitalidad de la cultura europea, siendo importante, no es la única razón por la que te encantará visitar Tartu, esta ciudad tiene mucho que ofrecer: ¿sabías que el edificio más inclinado de Europa está ahí? ¿Y que cuenta con dos barrios de madera o con una de las universidades más antiguas del norte de Europa?
Tartu es también una ciudad universitaria, cuenta no con una sino con varias de las universidades más antiguas del norte de Europa y hasta con 11 institutos de educación superior, algo que aporta a la ciudad un ambiente bohemio y creativo propio de los lugares en los que el conocimiento fluye; consecuencia directa de este amor por el saber es la interesante oferta museística de la ciudad, aquí podrás visitar el Museo Nacional de Estonia, fundado hace aproximadamente un siglo.
Dado que Tartu fue fundada en el año 1224 convirtiéndose en la ciudad más antigua de los países bálticos, tiene mucha historia que contar y hará cumplido alarde de ella cuando el año próximo, coincidiendo con el 800 aniversario de su fundación, se convierta en la Capital Europea de la Cultura; una de los eventos más interesantes del año será el Festival Inwards porque su objetivo será precisamente contar la historia y presentar las tradiciones de Estonia a través de diferentes espectáculos (conciertos, teatro, espectáculos de luces…).
Una de los lugares que nadie se pierde en Tartu son sus barrios de madera, se trata de los barrios de Karlova y Supilinn, conocidos como Soup Town; juntos crean como una pequeña ciudad de madera dentro de la gran ciudad que es Tartu y lo hacen gracias a sus antiguas casas de madera, estos barrios resultan especialmente atractivos en primavera porque, además de que el clima acompaña para visitarlos a placer viéndolos en todo su esplendor, se celebran diferentes festivales que hacen que vivirlos sea, además, la mar de divertido.