Otra mirada sobre la isla
Te ofrecemos un recorrido por los lugares desconocidos y alejados de los circuitos más convencionales para mostrarte la cara más salvaje, natural y personal de la isla.
Cockpit, considerada como la región más inhóspita de Jamaica, está compuesta por más de 500 kilómetros de zonas montañosas y piedra caliza porosa por la que se filtra el agua de la lluvia dando lugar a un maravilloso paisaje laberíntico de cuevas, ríos y arroyos subterráneos. Sin duda se trata de una de las mejores zonas del Caribe para realizar espeleología. Además, se trata de una región con una gran diversidad de plantas y animales con multitud de especies endémicas, únicas en este territorio.
Desde el punto de vista histórico, Cockpit también goza de mucho interés, fue el lugar al que los cimarrones, esclavos fugados, llegaron como refugio. Sus descendientes siguen estando allí. Quedan unos 10 pueblos que se pueden visitar, como el de Accompong. Su fiesta nacional es el 6 de enero. Es el momento perfecto para descubrir sus costumbres, su música, su danza y su artesanía.
La región de Cockpit sigue estando poco explorada. Las poblaciones locales firmaron un tratado con la corona británica, que les hizo autónomos, y ellos velan mucho por conservar esa autonomía. El ecoturismo es para ellos una forma ideal de gestionar su desarrollo y compartir su cultura. En Albert Town, encontrarás toda la información necesaria para visitar esta región. Uno de los recorridos más interesantes, y más desconocidos es la que lleva desde la pintoresca ciudad de Clarks a Albert Town. Una carretera poco frecuentada que recorre la parte más occidental de los Cockpits y atraviesa un bello paisaje natural, así como pequeñas comunidades, Kinloss y Barbeque Bottom, que no dejan indiferente a nadie.
La riqueza natural y la belleza de sus paisajes, a la vez que el poco desarrollo turístico de la zona, convierten la Costa Sur en un paraíso escondido. La diversidad de los atractivos que encontramos en esta zona de la isla, a su vez, la convierten en el destino ideal para descubrir los secretos mejor escondidos de Jamaica.
Comenzamos el recorrido por la ciudad de Savanna-La-Mar ciudad portuaria que conserva una fortaleza del siglo XVIII que sirvió para defenderse de los piratas y que se encuentra rodeada de plantaciones de azúcar. Desde allí, a la ciudad de Río Negro, bullicioso puerto y, en su momento uno de las ciudades más desarrolladas del país, la primera en recibir electricidad y tener automóviles, y en tener teléfonos. Sus ciudadanos, en su mayoría ricos comerciantes dejaron constancia de sus posibilidades en la construcción de sus hogares y en la cantidad de edificios históricos que se pueden observar. Imprescindible, un paseo por la calle principal de Black River, High Street para observar algunos de los más bellos e importantes edificios georgianos.
Desde aquí, inevitable adentrarse por uno de los parajes naturales más sorprendentes de la isla: manglares y jungla a través del Río Negro, el río navegable más largo de la isla, donde observar aves exóticas y espectaculares cocodrilos. Acantilados de más de 500 metros de altura y las cascadas más altas del país, entre ellas las famosas YS Falls, compuesta por unas 7 cascadas de 8 niveles y piscinas naturales de una belleza impresionante, todo ello rodeado del más hermoso de los bosques tropicales.
Treasure Beach es uno de los lugares de moda de la costa sur, con casi diez kilómetros de tramos de arenas de color coral y a veces negras, calas privadas y costas rocosas. Es obligatorio visitar una de las cuatro bahías de Treasure Beach: Billy, Calabash, Great y Frenchman. Al este de Treasure Beach, el Salto de los enamorados es un acantilado espectacular de casi 500 metros que divisa todo el mar. La cultura popular jamaicana dice que dos amantes esclavos prefirieron saltar y morir aquí, antes que separarse. Para finalizar, una visita a Appleton State, con una degustación de su exquisito ron.
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