FESTIVALES
Tohoku está en la isla de Honshu, la más visitada de Japón, la de Tokio, Kioto, el Monte Fuji… y visitarlo en agosto nos regala experiencias únicas.
Tohoku está al norte de a isla de Honshu, que es la principal del archipiélago japonés, y cabe que sea la zona más inexplorada de Japón, ahora bien, es una región particularmente famosa por sus festivales: aquí se celebran los festivales tradicionales más espectaculares de Japón,que ya es decir: los de Tohoku son, probablemente, los festivales más antiguos y llamativos de todo el país y cuatro de ellos pueden gozarse en agosto. Toma buena nota de ellos porque son razón más que suficiente para que, si estás soñando con un viaje a Japón el próximo verano, lo planifiques pasando los primeros días de agosto en Tohoku.
Empezamos nuestra ruta por los festivales de Tohoku en la prefectura de Aomori porque ahí se celebra el Festival Nebuta: se trata de una celebración que dura una semana pero que puede descubrirse a lo largo y ancho de todo el año gracias al Museo Nebuta Wa Rasse, allí verás algunas de las carrozas más espectaculares que se conservan y podrás incluso tocar los tambores tradicionales wadaiko que resuenan por las calles de Aomori en los días del festival.
Lo más llamativo del Festival Nebuta son sin duda sus desfiles porque no sólo se trata de preciosas carrozas iluminadas desde dentro sino que la música y la danza son también protagonistas porque los haneto, que son bailarines vestidos con trajes tradicionales, danzan alrededor de las carrozas durante el desfile y al ritmo de flautas y tambores nipones.
Tohoku es una región agrícola y por eso no es extraño que uno de sus famosos festivales tenga que ver con el deseo de buenas cosechas; es el Festival Akita Kanto, que se viene celebrando desde el S.XVII. ¿Lo más llamativo de este festival que reza para que la cosecha de otoño sea buena? Las procesiones en las que se pasean grandes mástiles de madera (los kanto…) decorados con farolillos de papel; cada uno de esos kanto puede llegar a pesar la friolera de 50 kilos (hay que estar fuerte para cargarlos...).
En la prefectura de Yamagata se celebra un festival que enaltece la música y la danza tradicionales de esta zona de la isla de Honshu; los desfiles organizados al calor de este festival son de los más largos porque en ellos participan unos 10.000 bailarines que visten trajes típicos y sombreros decorados con cártamo, que es la flor tradicional de esta prefectura de Tohoku. Claro que los bailarines no desfilan solos, lo hacen acompañados de vistosas carrozas. Estos desfiles son muy atractivos para los amantes de la danza porque no son ya bailes sincronizados y perfectamente preparados sino que dejan espacio a la improvisación y la creatividad de los bailarines.
En la prefectura de Iwate se celebra un festival que nos acerca a las leyendas más oscuras de Japón y es que el demonio Rasetsu, que aterrorizaba a los habitantes de Morioka, es el culpable de tan vistosa celebración; en realidad más que el demonio el culpable, para bien, es el dios Mitsuishi, que es quien liberó a los habitantes de Morioka de las garras del demonio; una vez liberados, los vecinos salieron a bailar a las calles para celebrar su libertad y en eso consiste, precisamente, el Festival Sansa Odori, en un desfile en el que participan todos los residentes de Morioka vistiendo sus trajes tradicionales y bailando al rimo de más de 10.000 tambores japoneses. Según el libro Guinness de los Récords se trata de la mayor danza con tambores del mundo.