PRAGA
Con el paso del tiempo, la Torre de Observación de Petřín se ha convertido en uno de los monumentos más visitados de Praga. ¡Descubrimos su historia!
Praga es una de las ciudades más mágicas de todo el mundo. Muchos son los que, año tras año, deciden visitarla para dejarse llevar por sus sorprendentes calles, su cultura y sus históricos edificios. Lo que es un hecho es que, quien visita Praga, siempre promete volver a hacerlo.
Uno de los monumentos que más llama poderosamente la atención es, sin lugar a dudas, la Torre de Observación de Petřín. Se trata de una espectacular torre de unos 60 metros de altura, que destaca por tener una estructura metálica. Nada más verla, inevitablemente se nos viene a la mente otra Torre europea.
Estamos hablando, cómo no, de la Torre Eiffel. Bien es cierto que esta Torre de Observación de Petřín es mucho más baja que la parisina. Este monumento lo podemos encontrar en una de las colinas con más importancia histórica de Praga. Su construcción se realizó en 1891, con motivo de la Exposición del Jubileo Nacional de Praga.
Su objetivo lo podemos encontrar en el propio nombre: era ser utilizada como torre de observación. ¡Pero no todo queda ahí! Sino que también se pretendía usarla para que fuera nada más y anda menos que una torre de radiotransmisión. Sea como sea, con el paso de los años se ha convertido en todo un atractivo turístico de Praga.
Entre otras cuestiones, porque desde ese punto puedes encontrar unas de las vistas más espectaculares de la capital de República Checa. El horario de visita varía dependiendo de la época del año en que vayas. Aun así, debes saber que hay tres tarifas en cuanto a entradas: básico (150 CKZ – 6 euros aprox.), reducido (100 CZK – 4 euros aprox.) y familiar (350 CZK – 14 euros aprox.)
¿Qué similitudes hay entre la Torre de Observación de Petřín y la Torre Eiffel?
Popularmente, la Torre de Observación de Petřín es conocida como “la pequeña Torre Eiffel”. Pero lo cierto es que tiene más diferencias que similitudes. La torre checa cuenta con una sección octogonal, mientras que la parisina tiene una sección transversal cuadrada.
Es más, se puede decir que la Torre de Observación de Petřín es mucho más parecida a la Torre de Observación de Götzingerhöhe. Pero si tenemos que hablar de algún elemento por el que se parecen la Torre Eiffel y esta de Praga, es el diseño de las vigas cruzadas más bajas. Aun así, no es ningún secreto que, si visitas la capital de República Checa, ¡no puedes irte sin ver en primera persona este monumento!
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