Un país por descubrir
A pesar de no ser un país muy reclamado por los turistas, Lituania es toda una joya del norte de Europa que merece la pena descubrir. Si quieres salirte un poco de los viajes más típicos por el continente europeo y descubrir un país que guarda lugares mágicos que conocer, a continuación te contamos todo lo que debes saber de él.
Lituania es uno de los países bálticos que cuenta con todos los encantos que a estos les corresponden, con parajes naturales impresionantes y mucha historia que descubrir. Además, algo que no muchos saben es que en él se sitúa el punto geográfico central del continente europeo, a muy pocos kilómetros de Vilna.
Vilna, también llamada Vilnius, es la capital del país y una de las ciudades con más encanto gracias a su casco histórico de aspecto medieval. Perderte por sus calles mientras ves sus iglesias y edificios históricos es uno de los mejores planes que puedes hacer. Una de las más famosas es la Iglesia de San Casimiro, construida en 1618 y actualmente utilizada como museo del ateísmo traído por los soviéticos. Si quieres visitar un edificio puramente religioso, la Catedral de la ciudad te sorprenderá con su fachada de estilo neoclásico y una torre que se encuentra separada totalmente del edificio principal.
Para tener unas buenas vistas de la ciudad te recomendamos subir a la torre Gediminas, un edificio que servía de defensa a los habitantes del siglo XIV. Pero si lo que realmente te gusta es la historia, debes entrar al Museo Nacional, donde hacen un repaso de lo que ha sido la vida en el país desde la época medieval hasta la actualidad.
Uno de los símbolos del país es el Castillo de Trakai, situado en una isla del lago Galvè y perteneciente al siglo XV. Es uno de los lugares más especiales de Lituania que, a lo largo de la su historia, ha tenido diferentes funciones: desde una residencia para los duques del Gran Ducado, hasta una cárcel de prisioneros de guerra. Actualmente, es un museo que se puede visitar y da a conocer su historia.
En cuanto a los parajes naturales, cabe destacar dos: el Itsmo de Curlandia y el Parque Nacional Zemaitija. El primero es Patrimonio de la Humanidad y en él te encontrarás con preciosas playas de arena fina, además de dunas y costas rocosas. Por su parte, el Parque Nacional de Zemaitija te ofrece postales de ensueño, en un lugar con mucha vegetación, ideal para practicar deportes de montaña como senderismo o rafting, dependiendo también de la época del año.
Por último, si quieres visitar uno de los lugares más curiosos e inhóspitos, debes ir a la Colina de las Cruces, aunque se encuentra muy alejada de la capital. Allí podrás ver todo tipo de cruces que fueron colocadas por los habitantes del lugar desde el siglo XIX, en manera de ofrenda o de recuerdo a los fallecidos de los que no se tenían el cuerpo. Ha conseguido sobrevivir al paso del tiempo y ahora es considerado un lugar de culto y un símbolo de resistencia para el país.