América Sur
Un viaje a la Antártida no puede ser una mera travesía o un paseo, es una aventura inolvidable que empieza por sentirse un explorador del hielo. Y no es que vayamos a sugerirte que camines hasta el polo sur como si fueras Amundsen, tan solo te proponemos un crucero diferente, único, frío e irrepetible porque en el descubrirás la inmensa belleza de la Antártida y la riqueza de la flora y la fauna del hielo. Tendrás que volar a Buenos Aires y de allí a Ushuaia, la única ciudad argentina al otro lado de los Andes, para embarcar e iniciar tu aventura a bordo del Silversea Explorer. Lo primero que debes saber es que viajas en el barco, de cuantos navegan rumbo a la Antártida, más lujoso y el que dispone de las mayores suites, todas con wifi para que cuentes tu aventura momento a momento. Conocerás a la tripulación y también al equipo que dirige y acompaña la expedición mientras el barco se dirige a tu primer destino: el Paso de Drake donde las corrientes de agua más fría -las del polo sur- y las más cálidas -las ecuatoriales- convergen. Y a continuación... la Antártida. Cinco serán los días que el Silversea Explorer navege lento por los canales y ensenadas de la Antártida y no dejará de sorprenderte lo bello e imponente que resulta el hielo. En función de la condiciones meteorológicas, se irán cumpliendo los momentos del desembarco para pisar zodiac o hielo y ver más cerca a las colonias de pinguinos, elefantes marinos o incluso a las orcas, además de los siempre impactates icebergs porque, tras estos cinco días, enfilas de nuevo hacia el paso de Drake de vuelta a Ushuaia... a no ser que optes por una travesía de 18 noches en lugar de 10. Si optas por la ruta larga, comenzarás por vistar las remotas islas Falkland y cerrarás viaje del mismo modo que se cierra en la ruta corta, cruzando el paso de Drake. Y entre lo uno y lo otro... South Georgia, Elephant Island, South Shetland Islands y la península Antártica que es un destino en sí misma: Paradise Bay es una bahía que se recorre en zodiac y en la que, además de avistar focas y ballenas, verás una de las estaciones de investigación de la Antártida, Base Brown. En el acantilado de Brown Bluff verás pingüinos y también petreles y gaviotas. En la isla Cuverville descubrirás nuevas especies de la fauna del hielo y en Port Lockroy un museo que fue primero estación de investigación y antes incluso, lugar de escucha durante la segunda guerra mundial. En Isla Paulet seguirás sorprendiéndote ante la fauna del hielo y en isla decepción descubriás un volcán entre el mar helado. Un viaje, sin duda, único y probablemente irrepetible, porque el destino es imcomparable y tu navío... un lujo.