Situada en la ribera derecha del Aude, la Ciudad Medieval de Carcassonne, es una ciudad fortificada única en Europa por su tamaño y su estado de conservación. Su historia está marcada por 2.000 años de conquista y la huella del Catarismo y sus cruzadas.
Carcassonne en la región del Languedoc-Roussillon, fue construida sobre las ruinas de una antigua fortaleza romana y se encontró en el centro de la cruzada contra los albigenses en el Siglo XIII. Ciudad estratégica en la Edad Media, hoy es una joya y el segundo lugar más visitado de Francia después de la Torre Eiffel. Situada en la ribera derecha del río Aude, el Casco antiguo, pueblo medieval todavía habitado, es accesible por la Puerta Narbonesa y la Puerta del Aude, una gran parte de la Ciudad Medieval se puede visitar.
La ciudad fue restaurada por el arquitecto Viollet-le-Duc en el siglo XIX, 52 torres y 3 kilómetros de murallas que forman un excepcional conjunto arquitectónico, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El fantástico castillo de Carcassonne es ya un símbolo único e inequívoco de la región.
Testigo de 1.000 años de arquitectura militar y de 2.000 años de historia, Carcassonne, es un entramado de callejuelas, aventuras y anécdotas que se han ido grabando en sus muros, un lugar en el que parece que se ha detenido el tiempo. Una fortaleza que se alza imponente sobre una colina con vistas a la ciudad moderna que ha crecido a su alrededor.
Carcassonne es un destino ideal para una escapada en otoño. Impresionan sus torreones y sus piedras antiguas cinceladas por el paso del tiempo, una construcción medieval que nos lleva inmediatamente a un mundo de caballeros, cortesanas, espadas y armaduras, aquí todo sabe a la época medieval. Uno vive una inmersión a otro tiempo en cuanto traspasa las puertas que dan acceso al perímetro interior de las murallas. El centro de esta ciudad medieval es un encanto, repleto de pequeñas tiendas de artesanía y ropa de diseño, restaurantes y pequeños cafés con terrazas en pequeñas plazoletas. Pasear entre las pequeñas calles es descubrir poco a poco la historia de esta ciudad perfectamente conservada.
También se puede recorrer la palestra, el espacio entre los dos recintos amurallados que mide un poco más de 1 kilómetro. La palestra permite descubrir las características de la arquitectura militar y ofrece hermosas vistas de la Bastida Saint-Louis, con sus hermosas casas señoriales y edificios religiosos, los Pirineos y la Montaña Negra.
Con rincones y edificios que han llegado hasta nuestros días como la Catedral St. Michel de Carcassonne construida en el siglo XIV de estilo gótico propio del Languedoc o el Puente Viejo del siglo XIV, único vínculo entre la ciudad medieval y la Bastide St. Louis, imprescindibles. También su castillo condal y la basílica de St Nazaire.
Y una cosa más, Carcassonne tiene el privilegio de poseer dos bienes en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, y del que no hemos hablado es del Canal du Midi. Una obra de Pierre-Paul Riquet realizada en el siglo XVII para unir el Atlántico con el Mediterráneo. El Canal du Midi que antiguamente se utilizaba para el transporte de mercancías y personas, está es frecuentado por navegantes. El Canal atraviesa la ciudad de Carcassonne y se puede navegar por él, desde mediados de marzo hasta principios de noviembre. Alquila un barco y recorre bellos paisajes, puedes navegar sin carnet, y puedes recorrer esclusas, viñedos por el famoso Canal sin problemas. ¿Te lo vas a perder?