DULCES
Vamos a recorrer el mundo a través de 7 postres emblemáticos. ¿Se te hace la boca agua?
Vamos a hacer un recorrido por los postres típicos de cada país. Algunos son sofisticados, otros son de aprovechamiento, los hay con elaboraciones complicadas y otros deliciosos en su sencillez. Alguno de los postres homenajean a artistas, otros a festividades del año, algunos han necesitado muchas jornadas de duro trabajo y otros son producto de pruebas fallidas; pero todos ellos tienen en común que son una delicia para el paladar y que cada uno de ellos evoca el país del que es originario. ¡Vamos a recorrer el mundo a través de siete postres!
Tiramisú (Italia)
Esta delicia fría está compuesta de bizcochos remojados en café, con capas de queso mascarpone, azúcar y espolvoreado con cacao en polvo; algunas variantes le añaden un componente alcohólico con vino Marsala o licor de café. Su popularidad es creciente a partir de 1960 pero la leyenda dice que tiene propiedades afrodisíacas y que fue ideada por una madame de un burdel de Treviso en el siglo XIX, para resolver los problemas conyugales que pudieran tener sus clientes al regresar con sus esposas tras la visita.
Tarta Pavlova (Nueva Zelanda-Australia)
Tanto Nueva Zelanda como Australia se disputan el origen de esta deliciosa tarta; lo que no se discute es que fue creada en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova tras una gira por el continente australiano. Es un postre sutil y delicado compuesto por una esponjosa y crujiente capa de merengue cubierta de delicada nata batida sobre la que se ponen fresas u otros frutos rojos.
Alfajores (Argentina)
Este dulce tiene su origen en la gastronomía andalusí y fue llevado al continente americano en la época colonial, pero la receta argentina es sin duda la más popular y mundialmente conocida. Está compuesta por unas galletas hojaldradas rellenas de dulce de leche y cubiertas con delicado azúcar o chocolate. Un postre que crea verdadera adicción.
Pasteles de Belém (Portugal)
Es el postre portugués más conocido en el mundo y su receta está rodeada de total secretismo; se dice que sólo 7 personas en el mundo la conocen. Parece que proviene del monasterio de los Jerónimos de Belém y que tras su cierre su receta se vendió al empresario Domingos Alves, que la popularizó en el establecimiento Casa Pastéis de Belém, abierto en 1837 y todavía propiedad de la familia Alves. Es una tartaleta de hojaldre rellena de una deliciosa crema pastelera y espolvoreada con azúcar glas o canela.
Apfelstrudel (Austria)
Es un postre muy típico en Austria y en todos los países que formaron parte del Imperio Austro-húngaro. Está formado por una masa muy fina que se rellena con manzana rallada, azúcar y canela; se sirve normalmente caliente o templado. Su masa es muy complicada de elaborar y se dice que para que esté perfecta tiene que ser tan fina que se pueda leer un periódico a través de ella. ¡Toca amasar y amasar!
Tarta Tatín (Francia)
Es una deliciosa tarta de manzana caramelizada cuya peculiaridad es que está al revés: las manzanas se ponen debajo y la masa encima. Parece que es el resultado de una receta fallida creada en el Hotel Tatín. Las hermanas Tatín olvidaron poner la masa bajo las manzanas caramelizadas y para no desperdiciar las que había, pusieron masa encima y volvieron a hornearlas; desde luego ha sido un delicioso error.
Buñuelos de viento (España)
Es un postre sencillo y muy típico a partir de noviembre en España. Está compuesto por una masa frita en aceite que llega a doblar su volumen -de ahí proviene el nombre “de viento”-. Se suelen rellenar de crema pastelera, nata montada o chocolate. Su elaboración es muy antigua y parece que provienen de una receta de los judíos sefardíes del siglo X.
Cada uno de estos postres te hará saborear un pedacito del país del que proviene. Vamos a comernos el mundo en estos siete bocados.
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