UN PLANETA SOBRE RUEDAS
Cuenta la historia que fueron los príncipes de Thurn y Taxis los que desarrollaron el servicio postal por Europa. Hoy sigue siendo una familia influyente en Alemania, además de una de las grandes fortunas. Pero su negocio no son los sellos, sino las cervecerías y las empresas de construcción. De lo que no hay rastro, ni ahora ni entonces, es de lo que hoy conocemos como taxis, o 'autotaxis' en un primer momento. De hecho, tampoco inventaron el transporte de viajeros, mucho más antiguo, pero su apellido es el más reflejado en coches de todo el mundo.
Su nombre viene derivado realmente del taxímetro. Primero fue la máquina contadora y, luego, el apelativo. Creada por el alemán Wilhelm Bruhn en 1891, bautizó a su invento del derivado de las palabras 'taxe' (del francés, tarifa) y 'metro' (del griego, medir). No fue la primera máquina pensada para ello, pero sí la que se popularizó, incluso cuando no fue del gusto de los taxistas de aquel entonces, que preferían negociar el precio...
Hoy son de última tecnología, aunque en algunas ciudades siguen apareciendo en vehículos en los que el tiempo parece haberse detenido... o bien se han convertido en iconos que ya son imposibles de cambiar (y ni los propios del lugar estarían a favor de una evolución en ese sentido). Así, hemos elegido las 10 ciudades cuyos taxis merecen la pena ser utilizados en algún momento de nuestras vidas. Una decena de experiencias sobre cuatro ruedas que, seguro, acabará siendo una historia más a la vuelta del viaje.
1. Nueva York. Taxis amarillos los hay por todo el planeta, pero ninguno son tan reconocidos como los de Manhattan. Es el color elegido desde 1907, de ahí que el 'yellow cab' ya sea un icono más de la ciudad. No son demasiado caros y depende mucho del trayecto y del tráfico que el monto final sea elevado. Eso sí, recuerda que hay que dejar propina, más generosa en tanto que estemos más contentos con el servicio.
2. Londres. Los famosos 'Hackney Carriage' hace mucho que dejaron de ser exclusivamente negros. Pero no por casualidad, sino por la introducción de la publicidad en todo el coche, de diseño retro y con capacidad para cinco personas. Iconos de la ciudad, los 'black cab', como también se les llama, suelen tener precios muy elevados, aunque Londres no se singulariza, precisamente, por ofrecer ningún método de transporte asequible al bolsillo... Ahora se encuentran taxis con publicidades que los convierten en grandes huevos rosas, amarillos o con la bandera británica.
3. La Habana. El bloqueo comercial que podría tener sus días contados a la isla de Cuba no ha permitido demasiada evolución en el parque automovilístico del país. Una de las consecuencias es que sus 'almendrones', como se conocen a los taxis de la capital, se han mantenido congelados en mediados del siglo XX. Son coches norteamericanos de los años 50, coloreados de celeste y blanco, y montar en ellos es hacerlo en reliquias que sorprende que puedan seguir recorriendo con esa fiabilidad las calles.
4. El Cairo. Los taxis del norte de África no suelen destacar por su tecnología punta, ni por ser últimos modelos. En la capital de Egipto son blancos y negros y recuerdan vagamente a antiguos coches patrulla. No tienen taxímetro y hay que negociar antes de subirse. demás, como ocurre, por ejemplo, en Atenas, siempre se te puede subir algún viajero más a lo largo de tu recorrido.
5. Casablanca. En el caso de la ciudad marroquí, son destartalados coches de color rojo y muy pequeños los que hacen el servicio de taxis. Estos se acercan a los turistas constantemente en busca de clientes, y los trayectos no tienen por qué superar al cambio los 2 € dentro de la ciudad, por lo que resultan bastante económicos. Eso sí, en el caso de que quieras ir andando, préparate para soportar una media de cinco ofrecimientos al minuto...
6. Sidney. En la capital australiana los taxis parecen coches de policía, ya que son completamente blancos, con grandes escudos en las puertas (salvo algunas compañías que han empezado a decorarlos con todo tipo de dibujos). Así, al principio, cuesta saber si estamos ante un taxi o ante una patrulla. Menos mal que las luces del techo no dan lugar a dudas. Si son roja y azul, no es taxi.
7. Bangkok. La capital de Tailandia prefiere renunciar a una rueda en sus taxis más populares. Así, los 'Tuk Tuk' son motocarros de tres ruedas que están a medio camino entre la furgoneta, la calesa y el sidecar. Hay que negociar el trayecto y el monto del viaje, pero luego tendremos la oportunidad de participar del caos circulatorio. Es igual de trepidante verlos sortear coches como oír a sus conductores discutiendo a la vez con los vecinos. Eso sí, los de cuatro ruedas no se quedan atrás ni en diseño. Aquí cada compañía tiene un color a cuál más brillante, por lo que las calles se llenan de coches fucsias, naranjas, azul eléctrico, lima...
8. Nueva Delhi. Al igual que antes, también aquí se suceden los 'rickshaws' de tres ruedas motorizados con los convencionales. El parque automovilístico es muy antiguo, por lo que los taxis de cautro ruedas son bastante antiguos y con un innegable toque vintage. Los otros, más pequeños y sin puertas, son 100% encanto y exotismo. Todos, verdes con el techo amarillo. De precio, tanto en uno como en otro tipo dependerá de lo que negociemos. No tienen por qué ser más baratos los 'rickshaws' que los convencionales.
9. Ciudad de México. Los emblemáticos escarabajos verdes y blancos de la capital mexicana son una especie en extinción. Normal, cuando se prefiere aire acondicionado y más comodidades, pero los nuevos coches ya no tienen el mismo encanto que los famosos 'vochos', con apenas dos puertas. Ya no se dan licencias, así que tocará verlos langidecer por las calles del DF.
10. Tokio. En la capital japonesa funcionan diferentes compañías de taxis, por lo que te puedes encontrar desde llamativos vehículos verdes y amarillos a otros muy singulares, que casi parecen coches militares. De color dorado y rojo, los del Nihon Kotsu Group tienen un aire vintage muy interesante. Luego, en su interior, nos podemos encontrar cualquier cosa, ya que cada taxista lo abigarra a su manera. Aquí el minimalismo suele brillar por su ausencia.
Eso sí, son los más caros del mundo, con trayectos que pueden superar ampliamente los 50 € dentro de la misma ciudad. En Seúl, en cambio, es tato que, al cambio, se superen los 4 € en distancias que aquí, en España, tanto en Madrid como en Barcelona, serían de unos 20 mínimo. Y es que, en el mundo de los taxis, no hay que dar nada por sentado.