COSTA BRAVA EN OTOÑO
La Costa Brava no solo es un magnífico destino de verano, también en otoño e incluso en invierno nos seduce con propuestas como estas 3 rutas.
Cuando pensamos en la Costa Brava pensamos en el verano y sus playas, en restaurantes con vistas al mar, propuestas gastronómicas con Estrella Michelin y tardes de vino y rosas... pensamos también arte porque ¿cómo no pensar en Dalí al pensar en la Costa Brava? Pero lo cierto es que esta zona mediterránea de España, que llega hasta el Pirineo y la frontera con Francia, atesora riquezas que van más allá de sus playas en verano, riquezas que podrás descubrir recorriendo cualquiera de estas 3 rutas.
Ruta histórica
¿Sabías que en la Costa Brava se conservan todavía villas medievales amuralladas, castillos, iglesias, palacios, plazas y otros vestigios de la Edad Media? Si sigues esta ruta histórica podrás descubrir los más notables y mejor conservados: Peralada es una parada obligada por sus murallas y por el trazado de sus calles, también por su santiguos edificios y especialmente por el claustro romántico de Sant Domènec; Pals, en el Baix Empordà, es otra de las visitas imperdibles de esta ruta, también Peratallada y, por supuesto, el conjunto monumental de Sant Pere de Rodes.
Ruta de las Llaves de las Iglesias
Esta ruta te permitirá conocer el interior de las iglesias de la Cerdanya y descubrir además sus secretos mejor guardados y también sus recintos sagrados; podrás hacerlo con una visita guiada para no perderte detalle alguno, su precio es de 12 euros por persona.
Ruta Modernista
La ciudad de Olot, en la que el Modernismo dejó una huella notable en toda su arquitectura urbana, atesora claros ejemplos de este movimiento en las fachadas de casas como la casa Solà Morales (Domènech i Montaner), Pujador (Azemar), Escubós, Gassiot y Gaietà Vila (Paluzie).
No podemos hablar de arte e historia en la Costa Brava sin mencionar a Dalí y al magnífico Triángulo Daliniano del que te hablamos aquí.