HUELVA
A casi 700 metros de altitud se encuentra este pequeño pueblo de calles sinuosas cuyo edificio más emblemático data del siglo XIII.
Dentro de Andalucía, el interior de Huelva es una de las zonas más desconocidas. Pero hay lugares, como Cortegana, que bien merecen que se hable de ellos y, por supuesto, que los viajeros le den una oportunidad. Hablamos en este caso de un municipio situado en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, a 689 metros sobre el nivel del mar, separado por 120 kilómetros de la capital de provincia.
Ya se tiene registros de esta localidad en la Edad Media, donde era conocida como Cortesa, y aunque ha cambiado mucho desde entonces, todavía conserva edificios que fueron construidos entonces. Uno de ellos es el Castillo de Cortegana, que se levantó a finales del siglo XIII como línea defensiva paralela al país vecino, Portugal.
Con el paso de los años, este alcázar se ha ido deteriorando a causa de los abandonos que sufrió y de algunos desastres naturales. Pero hoy en día está más cuidado y trata de conservarse, es Bien de Interés Cultural y se encuentra bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Su historia, sus exteriores y el propio castillo son tales que se trata, sin duda, del edificio más importante de la localidad. Y hay un dato que debes saber porque resulta muy curioso: hasta el año 2006, era propiedad del Ayuntamiento de Sevilla.
Por supuesto, el castillo de Cortegana no es lo único a visitar en esta localidad de Huelva. El viajero también se puede acercar hasta el lavadero público del pueblo, que data del año 1883. O añadir al itinerario la Sociedad Gran Casino, construida en el año 1917, y el Teatro Capitol-Sierra.
En Cortegana, por otro lado, hay varios edificios religiosos. Si tu idea es ir a este municipio onubense y deseas conocer estas edificaciones, debes saber que la iglesia parroquial del Divino Salvador es la más emblemática. Pero además, están la ermita de Nuestra Señora de la Piedad, la iglesia de San Sebastián y la ermita del Calvario.
Para finalizar, has de tener en cuenta que Cortegana es un pueblo en el que uno de los mejores planes a llevar a cabo es pasear sin rumbo. Sí que es cierto que las calles tienen un notable desnivel y son bastante zigzagueantes, pero quizá en eso radica su magia.