PUERTOS DE MAR

¡Aún dicen que el pescado es caro! Villas marineras para conocer con temporal

Hay un cuadro de Sorolla que se llama ¡Aún dicen que el pescado es caro!, se enmarca en la pintura de realismo social y muestra como nadie las duras condiciones de la vida en el mar.

¡Aún dicen que el pescado es caro! Villas marineras para conocer con temporalImagen de Enciclopedia galega (Basilio) en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

Estos días que arrecia el temporal, y tomando este cuadro como inspiración, vamos a conocer villas marineras del norte de España donde tradicionalmente la gente vivía de la pesca.

Mientras las olas azotan la costa del Cantábrico, viajaremos a villas que guardan intacta su esencia y la dureza hermosa y heroica de quienes vivían de la mar y salían a faenar en pequeñas barcas que se balanceaban a merced de las olas para traer el pescado al puerto.

Vamos a conocer cinco pueblos del litoral cantábrico que nos mostrarán la belleza agreste del mar y las sobrecogedores olas que se elevan sobre la orilla y salpican con violencia y espuma sus costas. Pueblos llenos de tranquilo encanto en verano que se vuelven hipnóticos y salvajes en invierno.

[[H4:O Barqueiro. Municipio de Mañón. A Coruña]]

Este pueblo se encuentra en la Ría de O Barqueiro, una de las rías más pequeñas y hermosas. Es un asentamiento que nació alrededor del puerto primitivo y cuyo nombre hace referencia a los barqueros que transportaban personas y mercancías de un lado a otro de la ría, hasta que se construyó un puente metálico en 1901 que aún se conserva. En el siglo XVIII el puerto tenía gran actividad y acogía barcos de pequeño calado que se dedicaban a la pesca de la sardina y funcionaban varias empresas de salazón de pescado, molinos harineros, tiendas y tabernas. En 1895 fue declarado puerto de refugio y servía de embarcadero. El pueblo merece una visita y también los alrededores de la ría, que son un lugar privilegiado en la actualidad para el avistamiento de aves de paso que sobrevuelan la costa.

Playa de las Catedrales | Imagen cortesía de Turismo de Galicia

Ribadeo. Lugo

Este municipio se encuentra en la parte más nororiental de Galicia, en una de las orillas de la Ría del Eo, y linda con el Principado de Asturias. Es conocido por la práctica de deportes acuáticos y por la famosa Playa de las Catedrales, que todos los veranos es visitada por infinidad de turistas del mundo entero. Está llena de casas de indianos, edificios señoriales, tiendas y restaurantes que recuerdan su pasado como uno de los puertos más importantes del Cantábrico. El invierno es un buen momento para contemplar sus playas, en las que el mar muestra toda su bravura, y también una estupenda época para contemplar el humedal de la Ría, que se llena de patos, fochas y garzas reales.

Luarca | Pixabay

Luarca. Asturias

Asturias tiene 400 kilómetros de costa y 18 pueblos marineros. Hoy vamos a fijarnos en Luarca, que es conocida como “la villa blanca de la Costa Verde”, y es que lo que llama la atención de esta localidad es precisamente el color blanco. Es uno de los lugares asturianos con más casas de indianos, las que construían los asturianos que emigraban a las Indias y regresaban con fortuna suficiente. Tiene un hermoso puerto pesquero y deportivo que está bordeado por las casas y es uno de los pueblos marineros más emblemáticos de la costa asturiana. Su cementerio es famoso por sus vistas y por sus melancólicos panteones, y en él descansan personalidades como el Premio Nobel de Medicina Severo Ochoa -hijo ilustre de Luarca-. Una villa marinera de pro en la costa del Principado.

Castro-Urdiales | Pixabay

Castro-Urdiales. Cantabria

Esta hermosa localidad de la costa cántabra tiene un pasado marinero que no deja lugar a dudas. Pero en Castro-Urdiales no se pescaba cualquier pescado, aquí se pescaba el “coloso de los mares”: la ballena. Su pasado ballenero está presente en todos los aspectos de la villa: en el impresionante cementerio, que se denomina De Ballena; en su escudo, donde figura este fabuloso animal; y desde hace unos años en el puerto, donde una escultura con forma de cetáceo constituye toda una atracción. Es difícil imaginar el valor que debían tener aquellos hombres, luchando contra este gigante marino con la única ayuda de unos arpones.

En la villa, además del puerto, hay que visitar los restos arqueológicos -que datan del Paleolítico-, el casco viejo lleno de callejuelas, la iglesia de Santa María -la mejor obra gótica de Cantabria- y las casonas señoriales como la de Otañes o la torre Otón, y las numerosas edificaciones que la burguesía del siglo XIX construyó como viviendas vacacionales.

Bermeo | Pixabay

Bermeo. País Vasco

Es una localidad de Vizcaya y es el pueblo pesquero más importante del País Vasco. Su fundación fue en 1236 y durante dos siglos -del XV al XVII- fue la capital de Vizcaya. De todas las localidades mencionadas, Bermeo es la única que continua teniendo en la pesca su principal fuente de ingresos.

Hay que pasear por su puerto viejo, por su casco histórico y por sus plazas; el ambiente marinero está presente en todo el recorrido. Hay que visitar el arco de San Juan -el único que queda en pie de los siete que tenía-, la torre de Ercilla -actual sede del Museo del Pescador- y la iglesia neoclásica de Santa María. Y por supuesto, hay que visitar San Juan de Gaztelugatxe; un idílico lugar en pleno mar que está unido a la costa por un puente de piedra y los 241 peldaños de su escalinata. En lo alto de este peñón se encuentra una hermosa ermita -no es la original del siglo XII- con espectaculares vistas del Cantábrico; un lugar que ha sido valorado como uno de los más hermosos del mundo por viajeros de todos los rincones.