ISLAS BALEARES
Las Islas Baleares nos ofrecen magníficas propuestas de turismo rural y de interior.
Cuando pensamos en las Islas Baleares resulta difícil, por no decir imposible, no pensar en su largo y cálido verano, en sus playas y en sus calas, en sus terrazas, en sus puertos, en sus yates... Pero lo cierto es que este bello archipiélago mediterráneo nos ofrece también un interior que merece mucha más atención de la que solemos prestarle y que hace, además, que visitar las Baleares sea tan interesante en invierno como en verano.
Hoy vamos a recomendarte 4 pueblos de interior que harán que disfrutes de las Baleares en invierno tanto como lo haces en verano aunque, eso sí, de un modo diferente, más parecido al clásico turismo rural que sueles practicar en las zonas de interior de la Península.
Empezamos por un pueblo del interior de Ibiza, Santa Gerturdis de Fruitera, una localidad ubicada en un cruce de caminos de gran interés porque siguiendo esos caminos podemos llegar a a Eivissa, Sant Miquel, Sant Llorenç o Sant Mateu, algunos de los pueblos más emblemáticos de la isla; aquí podrás practicar un turismo rural del vanguardia porque disfrutarás tanto de restaurantes de cocina vanguardista como de productos artesanos e incluso anticuarios.
Nos vamos a Sant Ferran, casi en el mismo centro de la isla de Formentera; aquí podrás visitar la famosa Iglesia de Sant Ferran de ses Roques y el ayuntamiento de la localidad además de recorrer sus calles peatonales; si Santa Gertrudis de Fruitera es un pueblo de turismo rural de vanguardia, Sant Ferran lo es de arte y creatividad.
Nuestra tercera es cala es en Menorca, en la localidad de Es Mercadal, un pueblo a la sombra del Monte del Toro, el punto más alto de la isla; es un pueblo tranquilo de casas blancas y calles cuidadas qeu ofrece una importante oferta histórica y cultural: el molino de viento en el centro de la localidad y la iglesia de SAnt Martí son dos de las visitas obligadas en Es Mercadal.
Terminamos nuestro viaje en Alaró, cerca de la famosa Serra de Tramuntana, en Mallorca; es un pueblo precioso de calles empedradas y arquitectura tradicional; no olvides visitar la Iglesia de Sant Bartomeu, el ayuntamiento y la plaza de la Vila además del barrio de los Damunt que data del S.XIII y el Castell d'Alaro a unas 2 horas de caminata desde el centro del pueblo.