BARCELONA
Pasear el barrio gótico de plaza en plaza, maravillándote ante los edificios que allí se conservan, es una de las cosas que no puedes dejar de hacer si visitas Barcelona.
Para hablar de los imprescindibles del barrio gótico de Barcelona hay que empezar, por fuerza, por su catedral; pero debes saber que no es el único edificio religioso y majestuoso de este barrio barcelonés, hay otros: la basílica de Santa Maria del Pi o la de la Merced, la iglesia de Santa Ana y la gran Sinagoga entre ellos. Claro que no son únicamente los edificios religiosos los que destacan en este barrio, también sus plazas: la de Sant Jaume es muy popular porque allí están la sedes del ayuntamiento de la ciudad y del gobierno regional, la de San Felipe Neri tiene una historia trágica y la del Rey casi…; la plaza Real por su parte nos lleva hasta Gaudí; ¿más lugares imperdibles del barrio gótico? Los hay: la muralla romana, el Palacio Episcopal, el Moja (donde está la Oficina de Turismo) o el famoso Puente del Obispo entre ellos, también la zona comercial de Puerta del Ángel.
Conozcamos estos imperdibles con un poco más de detalle:
La Catedral gótica de Barcelona, que es la Catedral Basílica Metropolitana de la Santa Cruz y Santa Eulalia, es el edificio más notable de todo el barrio gótico, se construyó durante los siglos XIII, XIV y XV sobre una antigua catedral románica (aunque su fachada es del S.XIX) y es Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico-Artítstico Nacional. En su exterior destacan sus dos torres-campanario y sus cinco puertas mientras que en su interior las tres naves y las 17 capillas que bordean las dos laterales. ¿Detalles que llamarán tu atención? Las clásicas gárgolas de las catedrales góticas, las vidrieras, las bóvedas, el coro y también el claustro y las tumbas reales.
Se trata de una basílica gótica (de estilo gótico catalán) construida en el S.XIV, especialmente famosa por sus vidrieras y los juegos que luces que provocan en las paredes de la basílica, bajo sus imponentes bóvedas. Cuentan que debe su nombre a una imagen de la Virgen encontrada en el tronco de un pino en esta zona. Cuenta en su interior con varias capillas y un museo.
Es una basílica barroca que rinde culto a la patrona de la ciudad; su historia es anterior al periodo barroco pues cuentan que se tomó la decisión de construirla porque la Virgen de la Merced se le apareció a tres personas notables en la ciudad, una de ellas era el rey Jaime I, que fue quien puso en marcha la construcción del templo.
Esta iglesia románica es Bien de Interés Cultural y menos popular de lo que merece; conserva su estructura románica pero su fachada es gótica (del S.XIV), el cimborrio es incluso más moderno porque, tras los daños sufridos durante la Guera Civil, tuvo que ser reconstruido.
Tras la plaza de Sant Jaume está el Call, la antigua judería, el lugar donde vivían los judíos hasta su expulsión en tiempos de los Reyes Católicos, se conserva en la calle Marlet la Gran Sinagoga que es una de las sinagogas más antiguas de Europa. Sus cimientos son de época romana y su construcción posterior se desarrolló a lo largo de los siglos (hasta el S.XVII); en la actualidad ha recuperado su uso como sinagoga pero solo se utiliza en fiestas señaladas.
Es probablemente la plaza más concurrida de todo el barrio gótico y también una de las más antiguas de la ciudad; aquí están las sedes del Ayuntamiento de la ciudad y también de la Generalitat; debe su nombre a la antigua iglesia de San Jaime que se cree que era la iglesia más antigua de la ciudad y que, según se cree, fue fundada por el apóstol Santiago.
Esta plaza se construyó en el S.XII y, originalmente, era una clásica plaza medieval cerrada pero, tras los daños que sufrió durante la Guerra Civl, en su reconstrucción se abrió hacia la avenida de la catedral tal como podemos verla hoy. Lo más destacado de esta plaza en la actualidad es el friso con dibujos de Picasso en la sede del Colegio de Arquitectos.
Por esta plaza vas a pasar sí o sí, aunque solo sea porque en ella está el Museo de Historia de la ciudad con sus importantes restos romanos; además a esta plaza la acompaña una historia casi trágica: en esta plaza se celebraban mercados y fiestas populares pero, además, de ella partían las escaleras que daban acceso al Palacio Real de Barcelona, residencia no solo de los condes de Barcelona sino también de los Reyes de Aragón cuando visitaban la ciudad; fue precisamente en esa escaleras y durante una de esas visitas cuando casi asesinan a Fernando el Católico (casi).
La de San Felipe Neri es una plaza de historias oscuras, en primer lugar porque está ubicada sobre el antiguo cementerio de la catedral y en segundo lugar porque durante la Guerra Civil cayó sobre ella una bomba que mató a más de 40 personas; se conservan todavía hoy las señales de metralla que dañaron la fachada de la Iglesia de San Felipe Neri, en esta misma plaza.
Esta plaza es famosa porque, además de ser una de las pocas plazas porticadas de Barcelona, en su parte central hay dos farolas monumentales que fueron diseñadas por Gaudí. Es una plaza de estilo neoclásico y fue llamada así, Plaza Real, en honor a los Reyes Católicos. Esta plaza es totalmente peatonal desde los años 80 del siglo pasado, desde su construcción a mediados del S.XIX y hasta esa fecha también tenía tráfico rodado.
Este puente es una de las imágenes más emblemáticas de la ciudad; se trata de un precioso puente que une el palacio de la Generalitat de Cataluña con la casa de los Canónigos y fue construido por un discípulo de Gaudí (Joan Rubió); en su día no fue demasiado apreciado, cuentan que incluso a Le Corbusier le pareció de lo más inadecuado para el barrio gótico pero en la actualidad representa una de las imágenes más populares de Barcelona.
Está en la Plaza del Rey (en la que casi muere el rey Católico) y ocupa el Palacio Real Mayor; en su interior guarda el yacimiento arqueológico de la antigua barcino, los restos romanos de la ciudad.
Este edificio, si bien es del S.XII, ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de su historia, de la última hace algo menos de un siglo, lo que hace que su arquitectura no sea fiel a un estilo sino que muestre rasgos de diferentes estilos arquitectónicos; lo más interesante de este edificio es su patio interior con arquería románica y sus ventanas góticas.
Terminamos con un par de sugerencias: puedes terminar tu visita al barrio gótico en el rico mercado de la Boquería, que limita con él, o añadiendo una vista más a las que ya has disfrutado: desde arriba ¿cómo? Subiendo al mirador de Colón.