CASTELLÓN DE LA PLANA

Basílica de la Virgen del Lledó: su construcción y la curiosa leyenda tras la Virgen

Viajamos hasta Castellón de la Plana para conocer la historia que esconde uno de sus templos más espectaculares: la Basílica de la Virgen del Lledó.

Basílica de la Virgen del Lledó: su construcción y la curiosa leyenda tras la VirgenImagen de Juan Emilio Prades Bel en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

Es el momento perfecto para conocer la historia del Santuario-Basílica de Nuestra Señora de Lledó, en Castellón de la Plana. Popularmente conocido como “Camí Lledó”, estamos ante un templo católico que ha llegado a ser catalogado como Bien de Relevancia Local. ¡Y no es para menos!

Para conocer su historia, debemos conocer primero una leyenda: la del labrador “Perot de Granyana”. Éste, en 1366, encontró una pequeña imagen de la Virgen, de unos 6 centímetros de altura, enganchada en las glebas del arado. El lugar escogido para erigir esta basílica fue una zona que ya estuvo habitada en la época romana. Es más, restos arqueológicos determinaron que, por ese sitio, pasaron varias culturas.

Una de las cuestiones que más llama la atención es el nombre escogido para esta advocación. Y es que muchos historiadores afirman que existía una colina, que incluso pudo ser creada artificialmente y que desapareció como parte de las obras para construir esos primeros templos o, incluso, para ampliar aún más las tierras de cultivo en la Edad Media. De ahí que muchos expertos crean que el nombre venga de “el lledoner”, un árbol, que en castellano es “almez”.

Otros, en cambio, creen que el nombre proviene nada más y nada menos que de un accidente geográfico. De hecho, en un documento que data del año 978, se registra la donación de una serie de tierras por parte del conde Miró de Besalú al monasterio de San Pedro en el término Lucduno (actual Lledó d’Empordà).

Interior de la Basílica de la Virgen de Lledó | Imagen de Juan Emilio Prades Bel en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

En cuanto al templo, sí que se sabe que en el siglo XVII estaba en un estado completamente ruinoso. Es más, como consecuencia de la falta de firmeza del suelo, en 1741 se vino abajo la cúpula de la iglesia. En cuanto a documentación sobre la ermita en honor a la Virgen del Lledó, nos hace viajar a 1375. En él, el conocido como Consell Municipal de la Villa y el vicario de la iglesia parroquial estaban autorizados a celebrar misa diaria.

Uno de los documentos posteriores que encontramos nos lleva a septiembre de 1405. En él, queda reflejado que el Papa Benedicto XIII tomó la firme decisión de anexionar la iglesia de Santa María de Castelló a la cartuja de Vall de Cristo.

Ese año, Pere Pujol prior de la cartuja de Vall de Cristo, llegó a Castellón para tomar posesión del templo parroquial y cobrar sus rentas. Por si fuera poco, tenía el objetivo de administrar el santuario, tomando posesión de forma oculta de la iglesia del Lledó. El Consell Municipal protestó ante el abuso de poder por parte del prior, puesto que desde el primer tercio del siglo XIII, el santuario de Lledó era administrado única y exclusivamente por el municipio. El pleito se resolvió de forma favorable para el Consell.

Muchos se preguntan si esta iglesia fue anterior a la conquista, por parte del rey Jaume I, de la zona. Sea como sea, parece que los expertos coinciden en algo: el origen del templo podría ser anterior a la Reconquista. Al parecer, la devoción hacia la imagen fue aumentando vertiginosamente, por lo que rápidamente erigieron este templo en su honor. Tanta es la fe que se tiene a esta imagen que la Virgen del Lledó se convirtió, gracias al Papa Pío XI, en la patrona de Castellón de la Plana en el 1922. Tan solo dos años después, en 1924, se llevó a cabo la coronación canónica.