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Blanes, el primer pueblo de la Costa Brava

En Blanes empieza, o termina, según se mire, la Costa Brava, de ahí a Francia, no hay nada.

BlanesImagen de Maxis88 en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

Blanes es el primer pueblo de la maravillosa Costa Brava, de ahí que sea conocido como el Portal de la Costa Brava aunque si recorres esta zona de España dependerá de si lo haces de norte a sur o de sur a norte que sea el primero o el último de los pueblos de la Costa Brava antes de plantarte en Francia; es famoso por sus calas y sus playas pero su riqueza no se acumula exclusivamente en su línea de costa ¿qué más querrás visitar en Blanes? Te lo contamos.

Blanes | Imagen de Manuel Pino en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

El Castillo de San Juan es el lugar más alto de Blanes, de ahí que visitarlo se casi una obligación, más allá de su interés histórico, desde aquí se disfruta de las mejores vistas de la localidad; en un pueblo histórico como este no faltan las iglesias y ermitas a visitar, la Iglesia de Santa María, que es un edificio gótico, es probablemente la más importante aunque la ermita de la Salud también tiene interés arquitectónico e histórico.

Panorámica del puerto de Blanes | Pixabay

En Blanes descubrirás además dos jardines botánicos que te van a enamorar, el de Marimurtra, diseñado por el aleán Karl Faust, pasa por ser el mejor jardín botánico mediterráneo de Europa y el de Pinya de Rosa también es de notable interés.

Blanes desde la playa por la noche | Pixabay

Claro que no seremos nosotros quienes neguemos la evidencia, es la Costa Brava a su paso por Blanes la que te atraerá a esta bella localidad gerundense y eso es así por rincones como Sa Palomera, un islote en el que nace, oficialmente, la Costa Brava y por supuesto las playas y calas de la localidad que salpican sus 4 kilómetros de costa ¿las más importantes? la propia Playa de Blanes, que tiene los primeros metros de arenal de la Costa Brava, S'Abanell, que es la playa más grande de Blanes; calas como Treumal o Sant Francesc y un par más casi vírgenes: Cala sa Forcanera, a la que solo se puede acceder por mar, y Cala S'Agüia, a la que se accede por mar o caminando