BURGOS
Burgos es una ciudad arquitectónica y escultural pero es también otras muchas cosas: es gastronomía, historia, naturaleza... y sí, también es para el verano.
Burgos es una de esas ciudades cuyas calles huelen y saben a historia, es una urbe tan protagonizada por su imponente catedral gótica como Santiago de Compostela lo está por su catedral románica (y un poco barroca) pero, cuando pensemos en esta ciudad castellana, conviene no llevarse a engaño y evocar únicamente la catedral y las morcillas, Burgos es también tierra del Cid Campeador y, desde el año 2015, Ciudad Creativa de la UNESCO en la categoría de Gastronomía. Y por todas esas razones, entre otras, Burgos es también para el verano... ¿y qué puedes esperar del verano burgalés? Eso es lo que vamos a contarte a continuación.
Nada como apuntarse a una visita teatralizada para convertir un escenario de por sí histórico como es la ciudad vieja de Burgos en él mismo... tiempo atrás; Rodrigo vs Ruderico es una ruta teatralizada que recorre el centro histórico de la ciudad y recuerda al icónico Rodrigo Díaz de Vivar con mucha gracia.
Si bien es verdad (a todas luces innegable, diríamos) que Burgos es una ciudad histórica, no es menos cierto que la ciudad también se ha rendido, en tiempos más recientes, al arte urbano ¿dónde descubrirlo? en la calle Fernán González, en la calle Hospital de los Ciegos, en la calle San Zadornil y en el barrio de Río Vena.
No puedes pasar por Burgos, no al menos en verano, sin visitar la Sala Anden, allí siempre hay música en vivo, a veces se organizan pequeños conciertos de artistas locales, a veces actuaciones de estrellas con lustre internacional.
Burgos es también una ciudad para comérsela, para recorrerla de bar en bar probando aquí esto y allí aquello ¿quieres poner un poco de orden? Hazte con la revista gastronómica de la ciudad y descubre las diferentes rutas gastronómicas ya trazadas para elegir la que más te guste o la que más rabia te de... (al fin y al cabo están todas igual de sabrosas).
El Museo de la Evolución Humana es, probablemente, el más famoso de Burgos, en él se desvelan los misterios de la evolución humana a través de talleres para toda la familia; claro que, aun siendo el más notable, no es el único museo de la ciudad, el Centro de Arte Contemporáneo de Burgos y el Museo de Burgos (el primero mirando al futuro y el segundo al pasado) también merecen una visita.
Si hablamos de arquitectura tenemos que empezar, sí o sí, por la Catedral de Burgos que, con una moderna iluminación LED y proyectores regulables, luce más escultural que nunca en las noches de verano; si además a esa inolvidable estampa le sumamos la experiencia de recorrer visitar la catedral por la noche (Stella es la visita nocturna) ya no dudaremos nunca que Burgos es también para el verano. ¿Más arquitectura de escándalo en la ciudad? El Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas y el Paseo del Espolón con su bulevard arbolado y edificios tan notables como el Círculo de la Unión, el Consulado del Mar o el Teatro Principal.