ESTATUA MANGA EN CATALUÑA
Está en Pla de Santa María (Tarragona) y es una de las estatuas más extrañas de nuestro país. Una figura del famoso personaje manga espera a los turistas que elijan este rincón de la comarca del Alto Campo.
Quienes hayan escogido la costa de Tarragona para descansar, tienen a mano la posibilidad de conocer uno de los rincones más pintorescos de nuestro país. A no demasiada distancia de la capital de la provincia, así como de Torredembarra o de Cambrils, por citar solo alguna de las poblaciones costeras, nada como coger el coche y marcharse a la cercana localidad de Pla de Santa María. Allí nos espera nada menos que Mazinger Z. Sí, como lo lees, el famoso personaje de animación japonesa.
La serie de dibujos, que llegó a España a finales de los años 70, siempre ha sido un icono para los amantes del manga. Tanto el robot como su compañera femenina, así como el protagonista, Koji Kabuto, no son uno más para los muchos que se declaran fans de la iconografía y estilo nipón. Una afición que se aprecia en el cariño que se le tiene más de 40 años después de su invención en 1972.
Muchos moteros se acercan a la estatua del personaje japonés. | Foto: Instagram @jolupetr
Y que se cristaliza en ejemplos como el de Tarragona. Allí encontramos la urbanización Mas del Plata. Y en ella, una gigantesca estatua nada menos que del robot, con los puños en alto y en señal de victoria, como no podía ser menos. ¡Puños fuera!
La urbanización data de los 80 y la carretera en la que está la estatua no se asfaltó hasta los 90, permaneciendo como un carril de tierra durante muchos años. Este fue uno de los motivos por los que muchos no conocieron de la existencia de Mazinger Z allí hasta muchísimo después de que al constructor de le ocurriera ponerla allí, con una altura de unos diez metros y construido en fibra de vidrio.
En medio de un pinar, cada vez son más los que se acercan hasta allí a contemplar con sus propios ojos que sí, que es un Mazinger Z auténtico. Incluso famosos, como el cantaor Miguel Poveda, se dejaron caer este verano por este rincón del interior de Tarragona, inmortalizándolo en sus redes sociales y, de paso, demostrando la diferencia de escala entre la estatua y una persona. Y es que, no son pocos los amantes del manga que desvían su camino solo por hacerse allí una foto que atestigüe que han estado en uno de los raros templos otakus de España.
Por cierto, que si decides ampliar un poco tu visita, puedes acercarte al pueblo y disfrutar de la iglesia de San Ramón, declarada Bien de Interés Cultural desde el 13 de abril de 1951; o su recinto amurallado, también con ese galardón. Y muy cerca, en Valls, tienes el acueducto de Les Ferreres o la capilla de Nuestra Señora del Rosario. No tienen un lado manga, pero merecen también la pena.
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Turismo de Cataluña