ISLAS BALEARES
Durante el siglo XIII, coincidiendo con al conquista de Menorca por parte de Alfonso II de Aragón, toda la isla sufrió una importante transformación. El monarca aragonés solo estuvo 45 días en ella, pero fue suficiente para ordenar la conservación de los castillos de Mahón y Santa Águeda, así como reforzar la Ciudadela y, además, crear un camino que circunvalara la isla: el Camí de Cavalls (Camino de Caballos), una ruta que hoy, nueve siglos después, se mantiene viva.
De hecho, la ruta es tan perfecta que no dudaron los ingleses en utilizarla para levantar en ella diferentes torres defensivas durante los siglos XVIII y XIX; las mismas que luego utilizaron los españoles con la vuelta de la isla al reino castellano. Con el fin de los periodos bélicos en Menorca, el camino quedó en desuso, siendo borrado en tramos por la vegetación y con las torres abandonadas en fincas que incluso obstruyeron los pasos.
Sin embargo, desde hace unos años, la expropiación de la servidumbre de paso del Camí ha permitido que la antigua ruta se convierta en una de las atracciones ecoturísticas más importantes de la isla, rehabilitando además parte de su trazado. Así, son muchos los que se deciden a hacer las diferentes etapas en las que se dividen estos 185 kilómetros en tantos medios de transporte como se puedan permitir.
A caballo, a pie, corriendo o en bicicleta son los más demandados, siendo imposible no querer parar en los rincones más paradisíacos, donde las calas de Mediterráneo turquesa invitan a un chapuzón en solitario antes de seguir la marcha hasta el siguiente punto de belleza sin igual. Y no solo nos referimos a calas vírgenes, sino también a la Menorca agreste, la menos conocida, pero también con encanto.
Bautizado oficialmente como ruta GR 233, la señalización del camino, al igual que ocurre con el de Santiago, no permite pérdidas. Y todo ello mientras se atraviesan barrancos, valles, zonas rocosas, granjas de cultivo, torrentes... Eso sí, la disfrutarán más quienes lo recorran con calma, pues quienes se decidan por la modalidad de ‘trail running’ (es decir, correr campo a través) seguro que se les escapa alguna de las calas del camino (aunque la ruta permite, incluso, en alguno de sus tramos, correr por la propia arena de algunas de las playas).
Los que se decidan por los caballos, podrán hacerlo en auténticos ejemplares de raza menorquina, en rutas de hasta 10 personas y eligiendo alguna de las etapas de esta vuelta a la isla tan especial. Hay rutas cortas, de entre una y dos horas de duración (desde 25 €/personas) a otras más extensas, siempre paseando por caminos de tierra, entre la vegetación de los bosques locales.
El Camí de Cavalls cobra fuerza este año con la celebración allí en septiembre de la Epic 360, una carrera a pie por equipos y por etapas que quiere promocionar el sendero histórico. La prueba consiste en recorrer tres etapas de aproximadamente 50 kilómetros cada una, durmiendo en Biniparratx el primer día y en Playas de Fornells el segundo. Serán tres las modalidades, una de ellas un Dualtrail para duatletas (dos etapas a pie y una en bicicleta BTT).
Ya sea compitiendo en esta carrera que promete ser mucho más que una competición en plena naturaleza, o paseando tranquilamente, tomándonos nuestro tiempo para hacer cada etapa, el Camí de Cavalls seguro que, al volver a casa, nos habrá conquistado.
Más información:
Turismo de Baleares
Turismo de Menorca
Epic 360 Camí de Cavalls
Rutas Ecuestres Camí Cavalls