MÁLAGA
Es el momento de descubrir la importancia que tuvo en la historia la Casa del Rey Moro, situada en Ronda. ¡Es absolutamente espectacular!
No es ningún secreto que Ronda es uno de los lugares más interesantes, mágicos e históricos que podemos encontrar en la provincia de Málaga. Una de las edificaciones más interesantes a la hora de descubrir es, sin lugar a dudas, la conocida como Casa del Rey Moro.
Tiene muchísima historia, tanto es así que comienza en el siglo XIV. Por si fuera poco, cabe destacar que está compuesta por tres partes perfectamente diferenciadas. Por un lado está la mina de agua de época musulmana, por otro una casa de estilo neomudéjar y, por último, un espectacular jardín que, en 1943, fue declarado Bien de Interés Cultural.
Esta Casa del Rey Moro está sobre el escarpe del tajo de Ronda, concretamente en la parte norte de la antigua ciudad musulmana. En la actualidad, tanto la espectacular mina como el precioso jardín están abiertos al público. Ahora bien, ¿por qué es tan importante este lugar para la historia de Ronda?
Todo comenzó durante el gobierno de Abomelic, hijo del sultán de Fez. Debemos tener en cuenta que en el siglo XIV, la dinastía meriní controlaba algunas ciudades del Reino Nazarí. Partiendo de este dato, las tropas del norte de África ofrecían protección al Reino de Granada frente a los cristianos.
Por lo tanto, entre los años 1331 y 1339, la frontera occidental del Reino de Granada estaba gobernada por uno de los miembros de esta dinastía: Abú-I-Hasan. Era el sultán de Fez y, al acceder a este trono, había pactado una alianza con Muhammad IV que, por aquel entonces, era el Rey de Granada. A cambio de protección en la parte oeste del reino, los meriníes de Fez obtuvieron bastante poder en varias ciudades de la zona.
Por aquel entonces, Ronda era un lugar absolutamente crucial para defender el reino, por lo que debía ser fortificada. Así pues, se tomó la decisión de crear una mina de agua para extraer agua del río a través de una impresionante noria. Los encargados de accionarla serían esclavos cristianos. Era una manera muy efectiva y segura de que a la población no le faltara agua en los instantes de asedio. Y es que la parte inferior de esta construcción estaba completamente fortificada.
Lo cierto es que esta idea fue crucial en el año 1485, cuando el bando cristiano se dispuso a conquistar Ronda. Sabiendo la importancia de esta mina y que era su punto débil, las tropas del Marqués de Cádiz atacaron hasta inhabilitar la noria. Por lo tanto, se cortó el suministro de agua y la ciudad se rindió en tan solo unos días.
Desde entonces este espacio estuvo sin urbanizar hasta que, en el siglo XVIII, se decidió construir una casa sobre la mina. Cabe destacar que desde el año 1767 perteneció a varias personas, pero todas ellas vinculadas con el Marquesado de Salvatierra. Todo ello hasta 1911 cuando quedó en manos de Trinidad von Scholtz Hermensdorff. No solamente renovó la vivienda, sino que fue la que encargó a Jean-Claude Nicolas Forestier el diseño del jardín que se conoce en la actualidad.