MADRID
Es el momento de conocer muchos más detalles sobre la Casita del Príncipe, una de las edificaciones más sorprendentes que podemos encontrar en El Escorial.
El Escorial es uno de los lugares más significativos que podemos encontrar en la Comunidad de Madrid. Un rincón de ensueño perfecto para los grandes amantes de la historia. En este municipio no solamente podemos encontrar el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, sino también otras tantas edificaciones singulares.
Un claro ejemplo lo podemos encontrar en la Casita del Príncipe, también conocida como Casita de Abajo. Se trata de una de las residencias de la Familia Real española. Estamos ante un edificio que fue construido entre los años 1771 y 1775, a partir de un diseño realizado por Juan de Villanueva.
Debemos tener en cuenta que esta Casita del Príncipe fue escogida como pabellón de recreo para Carlos IV quien, por aquel entonces, era Príncipe de Asturias. Como dato curioso, cerca de esta edificación, encontramos la conocida como Casita del Infante, dirigida al hermano de Carlos IV, Gabriel de Borbón.
En la década de los 60, Juan Carlos residió en esta Casita del Príncipe antes de poner rumbo al Palacio de la Zarzuela tras su matrimonio. Debemos tener en cuenta que entre los años 1992 y 2000, esta edificación permaneció cerrada. Su objetivo era restaurarla para poder subsanar las humedades ocasionadas por diversos desperfectos.
La Casita del Príncipe de El Escorial, a través de sus características
En un primer momento, esta construcción tenía un bloque rectangular, en la que la fachada tenía una dimensión de unos 27 metros. Muchos aseguran que Juan de Villanueva se inspiró en la que realizó en el Museo del Prado, una de sus obras insignia. ¡Es sencillamente espectacular!
Lo cierto es que, entre los años 1781 y 1784 se llevó a cabo una ampliación de un ala posterior, por lo que pasó a tener nada más y nada menos que dos plantas. Lejos de que todo quede ahí, debemos tener en cuenta que la Casita del Príncipe tiene dos imponentes jardines, uno en la parte delantera y otro en la trasera. Estos están comunicados por dos impresionantes pórticos.
En cuanto al interior, podemos apreciar en todo momento el arte palaciego de la época en la que se construyó. Todo ello en un perfecto estado de conservación. Bien es cierto que muchos elementos se perdieron como consecuencia de la histórica invasión napoleónica.
A pesar de todo, el Rey Fernando VII se propuso volver a decorar esta Casita. No fue hasta el siglo XX cuando el mobiliario sufrió una nueva modificación, en esta ocasión por parte del Rey Alfonso XIII. En esta edificación encontramos decoraciones de ensueño pero, sobre todo, una amplia y valiosa colección de pinturas.
De hecho, el valor más destacable de estas colecciones es su autenticidad. Y es que la mayor parte de ellas fueron realizadas para el lugar en el que se encuentran. Bien es cierto que muchas piezas han pasado a formar parte de otras colecciones, como la del Palacio Real o la del Museo del Prado, no solamente para admiración pública sino también para su conservación.
¿Cómo llegar a la Casita del Príncipe y cuánto cuesta la entrada?
Para comenzar, debes saber que existe una tarifa única y es de 5€. Además, existe un dispensador de entradas de pago exclusivo con tarjeta. Para llegar hasta este punto, hay tres opciones. La primera de ellas es Autobús (Líneas 664 y 661 desde el Intercambiador de Moncloa), Carretera (Madrid-San Lorenzo de El Escorial; A-VI hasta Las Rozas, desvío a la M-505; A-VI, desvío a la M-600) o Tren (El Escorial. Línea de Cercanías – C8).
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