MÁLAGA
Estos son los secretos que esconde algo tan preciado en Marbella como es el Castillo.
Marbella es una de las ciudades más conocidas de la Costa del Sol. Se encuentra en la provincia de Málaga y lo que pocos han tenido el placer de descubrir es que este lugar es mucho más que el lujo de Puerto Banús. De hecho, guarda una historia y una cultura que es digna de admirar.
Una de las cuestiones más sorprendentes es, sin lugar a dudas, el Castillo. Podríamos decir que es el vestigio más importante de la civilización musulmana en Marbella. Está situado en lo que actualmente se le conoce como Centro Histórico. Como decimos, es toda una sorpresa ya que pocos conocen la existencia de este castillo cuando deciden viajar a esta ciudad.
El perímetro de esta edificación está definido nada más y nada menos que por el trazado de las calles Portada, Solano, Artes, Salinas, Carmen, Trinidad, Ortiz del Molinillo y, por último, Virgen de los Dolores. Cabe destacar que la planta está formada por un total de dos recintos, y los dos presentan una planta cuadrangular.
Para la construcción de este castillo se utilizaron diversos materiales, así como métodos para llevar a cabo esta edificación. De hecho, podemos encontrar hasta capiteles romanos empotrados en una de las torres, además de otros tantos materiales como auténticos sillares que pertenecen a la obra califal.
Otros tantos estudios aseguran que hay restos de estucos, tégulas, ladrillos, así como fragmentos cerámicos. Por lo tanto, a través de esta gran cantidad de hallazgos, nos hace situarnos en diferentes fechas de construcción. Eso sí, la gran mayoría se apoya en que estamos ante una obra del siglo X y se construyó bajo las órdenes de Abderramán III. El objetivo principal, tras conseguir sofocar la rebelión de Omar Ben Hafsun, era prevenir posibles nuevos levantamientos o ataques.
¡Pero no todo queda ahí! Y es que sus murallas, que datan de los siglos XI y XII, tuvieron nada más y nada menos que hasta diez torres. Es el momento de conocer algunas de ellas, que fueron nombradas por conquistadores cristianos. Todas ellas, desde luego, marcaron un antes y un después.
Torre de la Campana o Torre del Puente Levadizo (entre las calles Portada, Solano, Escuela), la Torre del Homenaje o Torre del Chorrón (centro de la calle Portada), Torre del Cubo o Torre de Santa María (entre las calles Portada, Arte), Torre Blanca (Plaza de la Iglesia y Calle Carmen), Torre del Reloj (Calle Carmen) y Torre de la Puerta del Hierro.
Hay que destacar una fecha en concreto: 11 de junio de 1485, el momento en el que se realiza la capitulación de Marbella. En ese preciso instante la fortaleza pasa a servir como control de la zona. Todo hasta que llegó el año 1492, es decir, el final de la guerra. Es entonces cuando sus funciones pasaron a ser de vigilancia de la costa. ¡Una edificación de lo más espectacular, en todos los sentidos!