PONTEVEDRA
Ponemos rumbo a la provincia de Pontevedra, para conocer una de las edificaciones más espectaculares y singulares: el Castillo de Monterreal.
No es ningún secreto que Pontevedra es una de las provincias más espectaculares que podemos encontrar no solamente en Galicia, sino en toda España. Cuenta con un gran número de monumentos, rincones y edificaciones que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos en el Castillo de Monterreal.
Estamos ante una construcción que data del siglo XII situada en la localidad de Baiona. Tiene como peculiaridad que también es conocida como Fortaleza del Monte Boi. En la actualidad, en este mismo punto, encontramos lo que se conoce como Parador del Conde de Gondomar.
Para descubrir su historia, debemos tener en cuenta que Monte Real fue, durante muchos siglos, un punto verdaderamente estratégico a la hora de defender las Rías Bajas. El hecho de que se pudiera transformar esta fortaleza en villa fue gracias a los Reyes Católicos, ya que fueron ellos quienes otorgaron la conocida como Carta puebla.
La etapa de mayor esplendor del Castillo de Monterreal fue durante los siglos XV y XVI. Entre otras cuestiones, por ser un enclave perfecto a nivel comercial. Debemos tener en cuenta que el Rey Juan II de Castilla no dudó en conceder, tanto a Bayona como a La Coruña, el prestigio de ser los dos únicos puertos gallegos que tenían la posibilidad de comerciar con el extranjero.
La apariencia que tiene esta fortaleza en la actualidad se debe a una intensa reconstrucción que llevó a cabo Diego Sarmiento de Acuña, conde de Gondomar, en el siglo XVI. Un dato a tener en cuenta es que fue, precisamente en esta época, cuando se decidió renombrar esta edificación como Castillo de Monterreal, en honor a los Reyes Católicos.
En cuanto a sus características, debemos saber que hay dos periodos perfectamente diferenciados: la etapa medieval y la renacentista. Eso sí en ese mismo punto, en el siglo II a.C., había un castro. Fue en el año 60 a.C. cuando Julio César conquistó Bayona. En este castillo llegaron a dejar huella tanto romanos como visigodos y, por supuesto, musulmanes.
Un año a destacar en la historia de esta fortaleza es 1331, cuando fue atacada por una importante flota portuguesa que estaba bajo las órdenes del almirante Peñaza. Posteriormente, Fernando I de Portugal dio el paso de establecer su residencia en este espectacular Castillo.
Una construcción que, entre otras cuestiones, soportó los graves ataques piratas de Francis Drake pero que, además, en 1493 fue testigo de la llegada de “La Pinta”, con Martín Alonso Pinzón. Esto hizo posible que Baiona fuera la primera villa en todo el continente en saber que se había descubierto el Nuevo Mundo. Tras ser testigo de numerosos hechos históricos, en 1966 se tomó la decisión de albergar el Parador del Conde de Gondomar.