VALLADOLID
Viajamos a Medina del Campo, villa situada en la provincia de Valladolid, para conocer la historia del significativo Castillo de la Mota.
Es el momento más que perfecto para viajar hasta la provincia de Valladolid, concretamente a Medina del Campo. Allí encontramos una de las edificaciones más espectaculares de lo que era el Reino de Castilla. Estamos hablando, cómo no, del Castillo de la Mota.
Debemos tener en cuenta que Medina del Campo se fundó en el siglo XI, en la misma mota en la que, actualmente, se encuentra este castillo. Aunque éste se encuentre ahora en la periferia de la ciudad, lo cierto es que, originalmente, se trataba de nada más y nada menos que el centro de la villa.
Como consecuencia de la repoblación en la Baja Edad Media, así como las ferias de comerciantes que se llevaron a cabo entre los siglos XV y XVI, Medina del Campo pasó a ser uno de los lugares más importantes y reconocidos del Reino de Castilla. Es más llegó a alcanzar, en el siglo XV, los 20.000 habitantes.
En cuanto al castillo, su construcción se llevó a cargo a mediados del siglo XV por orden de Juan II y Enrique IV de Castilla. Eso sí, no fue hasta 1483 cuando Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón (los Reyes Católicos) culminaron esta espectacular y significativa obra.
Debemos tener en cuenta que esta fortaleza se erigió, sobre todo, por cuestiones defensivas. Pero, a su vez, varias de sus salas fueron utilizadas a modo de archivo, ya que se guardaron muchísimos documentos del Reino de Castilla. Pero también fue utilizado como cárcel, donde permanecieron prisioneros figuras célebres como César Borgia o Hernando Pizarro.
Este Castillo de la Mota, dada su importancia estratégica y cultural, se convirtió en uno de los grandes objetivos de las tropas imperiales de Carlos V en 1520, durante la revuelta de los comuneros. En cuanto a características, esta fortaleza tiene una planta trapezoidal con dos imponentes murallas. El acceso principal es a través de dos puentes (siendo el segundo levadizo) y cuenta con un enorme arco coronado con el escudo de los Reyes Católicos. También aparece el año 1483, que es cuando finalizó su construcción.
El recinto interior de este castillo dispone de un patio de armas y hasta 5 torres, siendo la mayor de éstas la Torre del Homenaje (40 metros de altura). Tras la Guerra Civil Española, en la década de los 40, el edificio interior fue reconstruido con el fin: albergar la Escuela de Mandos de la Sección Femenina.
En la planta baja de esta fortaleza se pueden visitar tanto la sala de Juan de la Cosa como la Capilla de Santa María del Castillo. Es allí precisamente donde encontramos un tríptico flamenco (siglo XV) y un crucifijo de marfil filipino (siglo XVII). En la actualidad, esta construcción pertenece a la Junta de Castilla y León y cuenta con dos usos: turístico y centro formativo.