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ARQUITECTURA RELIGIOSA

Catedral de Valladolid: la curiosa historia por la que se la conoce como “La Inconclusa”

Es el momento de que descubras la historia de la Catedral de Valladolid y, sobre todo, por qué popularmente se le conoce como “La Inconclusa”.

Catedral de Valladolid: la curiosa historia por la que se la conoce como “La Inconclusa”Imagen de Rastrojo en Wikipedia, licencia: CC BY 2.5

La Catedral de Valladolid es, sin lugar a dudas, una de las edificaciones que más expectación genera a la hora de visitar la capital de Castilla y León. Popularmente se le conoce como “La Inconclusa” por una historia de lo más peculiar. Bien es cierto que por su estética no es una de las que más llaman la atención de esta Comunidad Autónoma, pero sí que es una de las más curiosas.

La Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de la Asunción es un templo inacabado que podemos encontrar en Valladolid. La historia de esta edificación está ligada al desarrollo de la ciudad. Tanto es así que esta construcción está marcada por diversos proyectos que se vieron frustrados al no poder terminarse.

Catedral de Valladolid | Imagen de Lourdes Cardenal en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

El proyecto original de esta Catedral era realmente ambicioso, puesto que se aspiraba a conseguir la catedral más grande de Europa por aquel entonces. Tal era su magnitud que terminó siendo completamente inviable a nivel económico. Y no todo queda ahí, ya que todo fue a más por los diversos problemas de cimentación al no estar ubicado en un terreno llano.

Después de todo lo que iba ocurriendo, esta Catedral de Valladolid llegó a generar un gran número de historias pero, sobre todo, leyendas. Una de ellas tiene una estrecha relación con el Monasterio del Escorial al que, supuestamente, Felipe II siempre quiso dar prioridad. Esto no es del todo cierto. Los problemas económicos de la Corona eran evidentes, pero la construcción de este conocido Monasterio se realizó antes.

¿Qué había en este lugar antes de la Catedral?

Esta edificación se asienta sobre una antigua colegiata que se construyó en el año 1905. Esta obra que marcó un antes y un después en la historia de la ciudad fue impulsada por Conde Ansúrez, cuyo sepulcro está ubicado en el interior de esta Catedral. Años más tarde, durante el reinado de Fernando III el Santo, se decidió construir una segunda colegiata ya que la anterior se quedó pequeña. Eso sí, quisieron mantener la torre románica de esa ya antigua iglesia.

Catedral de Valladolid | Imagen de angeldp en Wikipedia, licencia: CC BY 2.0
Por fin llega la Catedral

Todo comenzó en el año 1527, cuando se quiso hacer una nueva colegiata. Esta obra estaba dirigida por Diego de Riaño que fallece de un momento a otro. De esta manera, la obra queda en manos de Rodrigo Gil de Hontañón. Este, a pesar de haber estado casi 50 años a su cargo, no consiguió avanzar mucho este proyecto. Todo ello mientras Valladolid seguía sin tener un templo a la altura. Juan Herrera, a finales del siglo XVI, decide visitar la ciudad y se le encarga esta nueva colegiata. Las obras no tardaron en comenzar aunque, por falta de apoyo económico, todo quedó paralizado cuando llegaron al crucero.

Felipe II, en el año 1595, quiso pedir al Papa Clemente VII que designara a Valladolid una diócesis y, de esta manera, esa colegiata se convirtiera en Catedral. Alberto de Churriguera, años más tarde, tiene la labor de construir otra parte de esta edificación. De las torres que se proyectaron tan solo llegó a levantar una, conocida popularmente como “Buena Moza”. A pesar de todo, y como consecuencia del histórico terremoto de Lisboa, quedó tan dañada que tuvo que demolerse.

Después de una serie de obras, realizadas puntualmente entre los años 1880 y 1885, llegó el momento en el que se decidió instalar el reloj en 1911. Tan solo 12 años después se colocó la estatua del Sagrado Corazón. De esta manera, se llegó al aspecto que actualmente conocemos de la Catedral de Valladolid.

Catedral de Valladolid | Imagen de D. Rovchak en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

Algunas curiosidades de la Catedral

Se dice que la campanera murió como consecuencia del derrumbe de la torre “Buena Moza” en el año 1841. Lo cierto es que tanto ella como su marido resultaron gravemente heridos, pero no falleció ninguno. A su vez, cabe destacar que esta edificación tuvo dos pinturas del Greco que fueron vendidas por el Cabildo en el año 1904. Por si fuera poco, la reja del Coro se vendió y, posteriormente, se donó al Museo Metropolitan de la ciudad estadounidense de Nueva York.