VALENCIA
Es el momento de descubrir el Charco Azul de Chulilla. Se trata de una piscina, en plena naturaleza, que no te dejará indiferente.
El verano ya ha llegado y, con el calor, apetece mucho darse un chapuzón. Los amantes de la naturaleza tienen claro que una buena opción para refrescarse son las piscinas naturales. Es el momento de descubrir una en particular que, desde luego, no deja absolutamente indiferente a nadie.
Estamos hablando, cómo no, del Charco Azul. Está situado en Chulilla, un pueblo de Valencia que destaca por sus blancas casas repletas de flores. Una población que, desde hace siglos, ha estado protegida por un impactante cañón que formó el río Turia. El paso de los árabes por este lugar fue crucial. Podemos encontrar vestigios de su fortaleza, tanto en las murallas como en su torre.
En mitad de este precioso e histórico lugar podemos encontrar el llamado Parque Natural de los Calderones. Entre su vegetación encontramos un impresionante tesoro, como es el Charco Azul de Chulilla. Estamos ante una piscina natural que llama poderosamente la atención, principalmente, por sus aguas cristalinas.
Además, está situado entre barrancos por lo que se ha convertido en uno de los lugares preferidos por los vecinos y turistas para disfrutar de un chapuzón. Muchos son los que creen que el nombre hace alusión al color de sus aguas, pero al parecer tiene otro significado diferente.
Y es que todo se debe al término árabe “Azud”. Aunque parezca que estemos ante una piscina natural, debemos tener en cuenta que la creó el hombre. Para conocer su origen tenemos que viajar al siglo XII, cuando los musulmanes que vivían en la zona tomaron la decisión de construir una presa en el cauce del río.
Su objetivo era poder regar las huertas del pueblo. Ya en el siglo XX, esta zona se utilizó para generar nada más y nada menos que energía hidroeléctrica. Es más, desde ese mismo punto, existe un canal que lleva agua hasta unos 5 kilómetros más abajo. De hecho, desde el camino que va del pueblo a este Charco, podemos verlo en primera persona.
Es importante tener en cuenta que en 2019 se decidió hacer una modificación más. ¿En qué consiste? En construir un sorprendente embarcadero que nos permite acercarnos, aún más, al centro del Charco Azul. ¡No olvides fotografiarte desde ese lugar!
¿Cómo llegar al Charco Azul?
Para poder acceder a esta piscina natural, debemos hacerlo a través de una ruta que es apta para toda la familia. Debemos comenzar nuestro camino en la Plaza de la Baronia del pueblo. Si vamos por las calles de Santa Bárbara y Las Cuevas, alcanzaremos el cañón del río Turia.
En ese mismo punto comienza el sendero SL-CV72. Seguimos andando hasta alcanzar la Peña Judía donde encontrarás algún que otro charco con agua. Estamos ante una ruta que avanza paralela al río. El camino se va estrechando, poco a poco, hasta llegar al precioso Charco Azul. ¡Merece mucho la pena, os lo aseguramos!
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