Opciones 'low cost'
Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, el sol brillando en el cielo y las flores recordándonos que la primavera ya ha llegado, habrá muchos que estén deseando irse de viaje, para los que se quedan en la ciudad proponemos planes divertidos y ‘low cost’.
Empezamos con un picnic en uno de los muchos parques y jardines que hay en Madrid, pero para no solo está el precioso Parque del Retiro, también podemos disfrutar del día y de comida casera en el Parque del Oeste, con preciosas vistas a la Casa de Campo. En la zona de Canillejas encontramos La Quinta de los Molinos que últimamente está ganando en popularidad, pero una copa de vino bajo esos almendros en flor, ¿no suena irresistible? Por supuesto, el Capricho, la Alameda de Osuna, no se puede quedar fuera de este plan.
Rutas en bicicleta, vale, Madrid no es la ciudad más llana del país, pero tampoco está tan mal aventurarse a ir a la Casa de Campo y recorrerla a dos ruedas, es una buena opción de entrar en contacto con la naturaleza sin dejar la ciudad. Pero si alguno no se encuentra cómodo entre tanto árbol, el Parque Lineal de Madrid Río es ideal para dar un tranquilo paseo con la bici y relajarse en uno de las áreas con césped a orillas del mismo. Seguramente, esto le sepa poco a más de uno, así que otra idea puede ser ir hasta El Pardo, una vez allí pasear por los alrededores y refrescarse con una cervecita.
Ver los tejados de Madrid, la ciudad desde otra perspectiva, la de las terrazas. Una de las más transitadas es la del Círculo de Bellas Artes en la calle Alcalá, podremos aprovechar y tomar algo en el bar o simplemente disfrutar de las vistas. No muy lejos está la del Ayuntamiento de Madrid, todo un privilegio ver la Plaza de Cibeles desde las alturas. En Ronda de Valencia, entre Embajadores y Atocha está la Casa Encendida, su terraza llena de plantas y un pequeño huerto dan un ambiente de paz y tranquilidad a una de las zonas más céntricas de la ciudad. A tan solo unos minutos andando en la biblioteca de las Escuelas Pías, Lavapiés, también hay una terraza sin igual, y los precios del bar son algo más asequibles que los del Círculo de Bellas Artes.
Los mercados son un plan cada vez más en auge, como es bien sabido “por mirar no nos cobran”, además también están los mercados en los que podemos tomar el aperitivo, o la merienda si se tercia. Por un lado, están los que se organizan en el Matadero de Madrid como es el Mercado Central de Diseño o el Mercado de Productores, o el Mercado de Motores en el Museo del Ferrocarril; y por el otro los gastronómicos como el Mercado de San Fernando en Lavapiés, el de San Idelfonso en la calle Fuencarral o el que han abierto recientemente en el centro comercial La Ermita bajo el nombre de Calle Gourmet. Y por supuesto el mítico paseo dominguero por el Rastro.
Y la última, pero no por ello peor idea, un día de senderismo o de paseo por una de las ciudades o pueblos cercanos a Madrid. Cierto es que en la sierra madrileña no encontraremos picos como El Aneto o el Mont Blanc, pero tenemos Peñalara en la Sierra de Guadarrama. Pasar el día en la naturaleza y para comer el típico bocata de tortilla de patata, no suena nada mal. Otra opción es visitar El Escorial con su monasterio y más tarde relajarse en las piscinas naturales de El Paular. Alcalá de Henares, la ciudad de la universidad y de Cervantes, nunca decepciona, pasear por sus calles empedradas y sentir que por un día hemos viajado en el tiempo, no tiene precio.
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