EN BARCELONA
Los viajes espaciales siguen siendo uno de los sueños más anhelados por los amantes de la Astronomía y la Astrofísica, pero también por millones de personas que querrían ver cómo es el planeta Tierra desde el espacio, viendo pasar continentes, océanos y polos por sus ojos en cuestión de minutos. Hasta ahora, es una maravillosa visión que solo los astronautas se pueden permitir y que los demás nos tenemos que conformar con ver en la pantalla del televisor.
Sin embargo, hay situaciones del día a día de los astronautas que sí podemos emular sin necesidad de meternos en el transbordador espacial. Si bien su visión desde la nave no se puede, sí que podremos comer como ellos. Y todo gracias a la última iniciativa del hotel Barceló Sants de Barcelona, que nos quiere mostrar qué es lo que comen exactamente los tripulantes de la Estación Internacional en el espacio. Un menú galáctico que, además, está cargado de sabor.
Son muchos los días los que un astronauta suele pasar en el espacio, de ahí que sea necesario que la nave esté equipada con comida suficiente y duradera. Esta, además de sabrosa, debe ser nutritiva; y la planificación de los alimentos que llevarán en su viaje se hace con meses de antelación. Por increíble que parezca, estos menús tienen hasta hamburguesas. Actualmente, el menú de la Estación Espacial Internacional incluye más de 100 productos, entre los que se encuentran frutas, verduras, postres y productos lácteos. Consumir calorías, vitaminas y minerales es esencial durante la misión y los tripulantes deben rellenar un formulario para indicar los alimentos que consumen y comunicarlo a los expertos que se encuentran en tierra para recibir asesoramiento.
En ellos se ha basado el cocinero Ramón Ribas para crear el menú galáctico Hydrogen del Barceló Sants, que fusiona la cocina del futuro con lo mejor del presente, a través de una sugerente carta ligada a ingredientes ecológicos.
La innovación gastronómica queda patente en el Bouquet de ensalada micro-mézclum, que recrea los sabores de las lechugas y de los brotes de verduras en miniatura, acompañados de Raviolis de obulato, que esconden sabrosos pétalos de flores.
El salteado de micro-vegetales se compone de verduras mini, salteadas con aceites bio-dinámicos. Debido a la reducida capacidad del huerto de vegetales de la Estación Espacial Internacional para cultivar en gravedad cero, este plato sería una fantástica opción para abastecer a todos los integrantes de una misión en Marte.
Como guinda del pastel, un postre llamado Red Planet con helado de frambuesa, un guiño al planeta Marte que recrea hasta sus cráteres. Otra opción es un Macaron con relleno de helado y coulis de frambuesa en su interior. Además, merece la pena probar otros platos galácticos fruto del I+D del cocinero, en los que no faltan esferificaciones, gelatinas y crujientes como protagonistas.
Una cocina muy divertida en una carta de auténtico viaje espacial. Además, saludable y ecológica. El menú es cerrado, tiene un precio de 45 €/persona (bebida aparte). ¿Qué más se puede pedir para sentirse un astronauta en la mesa?
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Barceló Sants