CÁCERES
Alcántara es uno de esos pueblos de la provincia de Cáceres que no tiene desperdicio. Acompáñanos a descubrir qué esconde entre sus calles.
Alcántara es uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Cáceres, uno de esos que no puedes perderte si te encuentras haciendo una ruta por la zona. Situado a orillas del río Tajo, ante la confluencia con el río Alagón, esto ha hecho que sea un lugar habitado desde hace muchísimos años, pues resultaba estratégico.
Así, en Alcántara se han encontrado más de cincuenta dólmenes prerromanos y también una placa que demuestra la rendición de un pueblo indígena ante los romanos. Esta placa se llama Bronce de Alcántara, pero no es la única huella de dicha civilización que ha llegado a nuestros días: también se conservan dos puentes romanos. Estos son el puente de Alcántara y el puente de Segura.
El puente de Alcántara cruza el río Tajo y fue declarado Monumento Nacional en el año 1924. De él podemos decir que se levantó durante la época del emperador Trajano y que es a ese hombre a quien está dedicado. Tiene aproximadamente 200 metros de longitud y cuenta con seis enormes arcos de medio punto. Pero además de esto, debes saber que es una de las mayores obras de ingeniería de la Hispania romana que se conservan. Por tanto, es uno de los principales reclamos turísticos de la localidad.
El otro de los puentes romanos que se debe visitar en un paseo por Alcántara es el puente de Segura, que en su caso cruza el río Erjas, también llamado Eljas. Pero no solo eso, sino que en este municipio de Cáceres hay mucho más por ver. Por ejemplo, el arco de la Concepción, el que da acceso al casco histórico del pueblo.
De este monumento podemos decir que sirvió como puerta de entrada al interior de la muralla abaluartada que construyeron los musulmanes en Alcántara. Sin embargo, el arco fue construido más tarde, pues en ella está grabado el escudo de Felipe III.
En una visita a Alcántara el viajero tampoco puede perderse la Iglesia Parroquial Santa María de Almocóvar, que fue levantada en el siglo XIII sobre una antigua mezquita. Y hablando de iglesias, otra que debe visitarse es la de San Pedro de Alcántara, de estilo barroco.
En el itinerario, además, se deben incluir otros lugares de interés como el Palacio de los Roco-Campofrío o el convento de San Benito. Pero como siempre decimos, lo ideal es tomarse un tiempo para descubrir todos y cada uno de sus rincones caminando por las calles sin rumbo. Es así como se encuentran tiendas, bares, fuentes, plazas o pequeños detalles que de otra manera no se verían.