Islas Baleares
Mallorca es mucho más que ese turismo fiestero del que seguramente todos hemos oído hablar. Es una de las islas más bellas de nuestro país, con más de 500km de costa bañados por el Mediterráneo y un destino ideal para recorrer de norte a sur en verano, aprovechando el buen tiempo y las horas de sol.
¿Aún no conoces Mallorca? Entonces, creemos que este verano ha llegado el momento de realizar una escapadita a esta isla del archipiélago Balear, la más grande de todas las que lo conforman. Es una de las islas más deseadas por los europeos, muy conocida por su fiesta, por la zona de Magaluf y su vida nocturna. Sin embargo, Mallorca es mucho más que esto y a continuación os lo demostraremos.
Los atractivos más conocidos del norte de Mallorca son dos pueblos con mucha historia: Puerto de Pollensa y Puerto de Alcudia. Ambos cuentan con bahías perfectas para el baño, aunque Alcudia tiene más masificación turística, mientras que Pollensa es un lugar más tranquilo. Justo en el punto más al norte de la isla se encuentra el Cabo Formentor, conocido también porque los famosos Grace Kelly y Prince Rainier pasaron su luna de miel en el año 1956. Es un punto impresionante, ya que cuenta con acantilados de más de 100 metros de altura y unos paisajes espléndidos.
Al ser una isla, lo más recomendado es moverse en coche alrededor de ella, aunque justamente en esta zona norte son muy comunes las rutas cicloturísticas que te harán pedalear hasta la Atalaya de Albercruix y alrededor de estos pueblos. Por otro lado, los deportes acuáticos están de moda en esta zona, como el kitesurfing.
Si seguimos bajando la isla en dirección a la costa, nos encontraremos con Fornalutx, una localidad situada en la Sierra de Tramontana y muy cercana a los municipios de Sóller y Escorca, los cuales también merecen una visita. Fornalutx ha sido llamado en varias ocasiones “el pueblo más bonito de España”, contando con más de 1000 años de historia, ideal para perderse por sus pequeñas calles y su belleza tradicional.
Al este de Mallorca nos encontramos con otras localidades muy bonitas como Artá, la cual cuenta todavía con la esencia típica mallorquí al no encontrarse explotada por el turismo. Muy cercana a ella, está Capdepera, un pueblo muy antiguo que cuenta con una fortaleza medieval que data del año 1300.
De cualquier manera, el este de la isla destaca por sus calas como Cala Millor, Cala Ratjada o Cala Bona. La primera es una de las más conocidas de toda la isla debido a su gran playa, siendo un destino ideal para los viajes familiares. Además, las cuevas de esta región son las más accesibles de la isla y las más asombrosas, llamadas Artá, Drac y Hams.
Por último, en el sur de la isla se encuentra Palma, su capital. Entre sus atractivos está su catedral, el Palacio Real de la Almudaina o el barrio del Borne, una visita imprescindible. Su zona este es quizás un poco menos turística, encontrándonos pueblecitos pesqueros y muy buenas playas, aunque también destaca la zona de El Arenal o Cala d’Or.
Una de las zonas más desconocidas del sur y más bonitas es Cala Pi, la cual queremos destacar por su tranquilidad, siendo uno de los lugares más relajantes de la isla. Es un puerto natural que cuenta con una playa, a la que para llegar es necesario bajar unos 150 escalones ya que está situada entre dos acantilados. Son muchas las actividades que se pueden hacer en ella, desde deportes náuticos hasta catas de vino.