ARAGÓN

La curiosa historia del Castillo de Aínsa, una de las grandes joyas de la provincia de Huesca

Viajamos hasta Huesca, concretamente hasta Aínsa, para conocer el origen de su impresionante castillo.

Castillo de Aínsa, HuescaImagen de Millars en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la comarca de Sobrarbe, concretamente a la localidad aragonesa de Aínsa. Allí nos topamos con un gran número de monumentos y edificaciones verdaderamente sorprendentes e impactantes. Un claro ejemplo, como no podía ser de otra manera, lo encontramos en su castillo.

Esta construcción se sitúa en un lugar verdaderamente idílico como es un extremo de la Plaza Mayor de la villa. Está considerado como Bien de Interés Cultural y, a principios de junio de 1931, fue declarado Monumento Histórico-artístico. En la actualidad, este recinto es utilizado para albergar los conciertos del Festival del Castillo de Aínsa, así como numerosas ferias de la villa.

Castillo de Ainsa, Huesca | Imagen de Basotxerri en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

El Castillo de Aínsa a través de su historia

Esta construcción es el resultado de dos fases constructivas perfectamente diferenciadas. La primera data de mediados del siglo XI. Por aquel entonces, se llevó a cabo la reorganización de la frontera de Sobrarbe. De esta forma, se dio el paso de fortificar varios puntos frente a los territorios que, por aquella época, estaban dominados por los musulmanes.

Destaca, a su vez, la ampliación llevada a cabo en el siglo XVII por el ingeniero Tiburcio Spanocchi. Se hizo en lo que fue la fortificación de la frontera para intentar evitar posibles invasiones del otro lado de los Pirineos. De esta época, a su vez, pertenecen tanto el muro norte que se habilitó para la utilización de artillería como las torres. A partir del siglo XVIII, este Castillo cayó en desuso. En el siglo XIX, se volvió a utilizar como fuerte militar.

Lo que es un hecho es que, como consecuencia de esas fases constructivas que principalmente se llevaron entre los siglos XI y XVII, han dado como resultado a un recinto defensivo verdaderamente impactante y complejo. Debido a las numerosas exigencias, tanto estratégicas como militares de la época, la construcción se vio alterada en gran medida.

Castillo de Aínsa, Huesca | Imagen de Hibiscus7 en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

Es por eso que no dudaron un solo segundo en contar con Tiburcio Spanochi, reconocido ingeniero que, durante el siglo XVI, se encargó de la construcción de un gran número de fortificaciones en la zona del pirineo aragonés. En el Castillo de Aínsa optó por aprovechar todas las fases constructivas anteriores para dotar de homogeneidad la edificación y, por ende, dejar en pie un recinto unitario. Gracias a este gesto, se pueden apreciar los restos de la fortificación original que pertenece a la época medieval.

El Castillo de Aínsa que conocemos en la actualidad presenta un recinto de planta irregular, con torres en cada uno de sus vértices que fueron erigidas en sillarejo. La muralla, por su parte, impresiona por su belleza pero, sobre todo, porque llega a alcanzar desde el interior unos 14 metros. Se puede acceder al recinto tanto por la zona este como la oeste. Además, el castillo presenta no solamente dos bastiones sino también un impresionante foso en la parte occidental. Sin duda, estamos ante una de las mayores joyas que podemos encontrar en la provincia aragonesa de Huesca.