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El desconocido Monasterio de las Batuecas: Un lugar enigmático y emblemático

Las Batuecas es una zona absolutamente espectacular ubicada en el sur de la provincia de Salamanca. ¿Quieres conocer todos sus secretos? ¡Te los presentamos!

Monasterio de las BatuecasJesusccastillo en Wikipedia

Las Batuecas es una de las zonas naturales más impactantes y espectaculares de la provincia de Salamanca e, incluso, de toda España. En este lugar se encuentra un desconocido y misterioso monasterio que no deja absolutamente indiferente a nadie. ¡Te lo aseguramos!

Este rincón religioso también es conocido como Desierto de San José. Se fundó allá por 1599 por el Padre Tomás de Jesús. Por aquel entonces, él era el Superior Provincial de los Carmelitas Descalzos de Castilla. La acepción de este lugar espectacular alude a tres grandes preceptos: Oración, silencio y trabajo en común. Con lo cual, es evidente que estamos ante un rincón tranquilo, apartado y recogido. Justo lo que ellos buscaban.

Era una forma clara de perseguir y tratar de encontrar la presencia de Dios. De hecho, para sentirle mucho más cerca, muchos son los monjes que llevaban al extremo esas reglas carmelitas. ¿De qué manera? Retirándose, en solitario, a meditar al mismo valle del río Batuecas. Allí se pueden encontrar una gran cantidad de cipreses que simbolizan la vida eterna.

Monasterio de las Batuecas | Dicasto en Wikipedia

Por si fuera poco, también son de advertencia ante el levantamiento de una ermita donde todos y cada uno de los eremitas descansaban. Tal era el grado de humildad que se palpaba que el Padre Cadete decidió construir su ermita en un alcornoque, rematado por una inscripción que rezaba lo siguiente: ‘Morituro satis’, es decir, “basta para el que va a morir”. ¡Casi nada!

Es evidente que el Padre Cadete encontraba en este Monasterio una paz realmente espectacular y, a día de hoy, se mantiene. Parece algo así como una coraza absolutamente infranqueable para los “vicios de la modernidad”. La sensibilidad se aprecia a cada paso que das.

Pero también guarda ciertos misterios y más aún desde ese 1836 donde los religiosos fueron expulsados. El Monasterio se vendió y se destruyó, tanto por la mano del hombre como por un espectacular incendio que lo dejó absolutamente en ruinas. Por suerte, en 1937 se recuperó, siendo restaurado por Santas Maravillas de Jesús. De esta manera, se volvió a ceder a los Padres Carmelitas allá por el año 1950. ¡Un lugar con mucha espiritualidad!