Descubre la Catedral de Burgo de Osma a través de sus tesoros

Es muy curioso que la provincia de Soria cuente con más de una catedral, siendo la más espectacular la que precisamente no se encuentra en la capital. Estamos hablando de la de Burgo de Osma. Esta peculiaridad tiene su origen en la sede del Obispado, que se encontraba en esta Villa. Es entonces cuando se tomó la decisión de construir la Catedral, lugar en el que se encuentran un gran número de tesoros.

Cabe destacar que el obispo Pedro de Bourges, más conocido como San Pedro de Osma, llegó a ser titular en esta sede durante los siguientes años: 1101 y 1019. De ahí que se le atribuya la construcción de la primitiva catedral románica. Es más, fue construida sobre el conocido y antiguo monasterio de San Miguel. Después de este hecho, comenzó el desarrollo de Burgo, llegando a independizarse de Osma.

Por ese mismo motivo, se constituyó El Burgo de Osma como una villa completamente independiente tras la designación del propio rey Alfonso VIII. Centrándonos en la catedral, debemos mencionar esa primera construcción románica que fue iniciada en 1101 por Pedro de Bourges. Fue terminada en el siglo XII al no tener muchos problemas de financiación, y es que por esa zona pasaba el Camino de Santiago. Así pues, los peregrinos daban limosnas para este fin.

En la actualidad, de esta edificación románica, quedan algunos restos como la sala capitular y el claustro. Debido a lo próspera que se había convertido la villa tenían necesidad de más espacio en la Catedral. Por lo que el obispo Juan Díaz de Medina ordenó su demolición para reedificarla con un estilo completamente diferente: El gótico. Más tarde, se decidió edificar la espectacular torre del campanario, cuya construcción terminó en la segunda mitad del siglo XVIII.

¿Qué tesoros encontramos en la Catedral de Burgo de Osma?

El Claustro actual se construyó en el siglo XVI con estilo gótico, sobre el del románico. Su forma es cuadrangular y está perfectamente adosado a la iglesia. Esta catedral, además, cuenta con una planta similar a la de una basílica, con nada más y nada menos que tres naves perfectamente separadas por preciosos arcos que están cubiertos con bóvedas de crucería. En la zona principal de la Catedral podemos encontrar nada más y nada menos que cinco capillas, aunque dos de ellas fueron transformadas en el siglo XVIII como lugares de paso. Una de las zonas más impresionantes, aunque normalmente solo se puede ver desde la distancia, es aquella donde encontramos el sepulcro del Obispo.

Y es que en el siglo XX se decidió trasladar este sepulcro a la sala capitular. En esta nave, del siglo XIII, el obispo aparece perfectamente tumbado sobre un sarcófago. Cabe destacar que está vestido de pontífice. Además, tanto en los laterales como en la parte inferior, se narran varias escenas tanto del santo como de los diversos milagros que llevó a cabo. Lo que es un hecho es que cada rincón de la Catedral de Burgo de Osma es un tesoro que debemos visitar y disfrutar, pero sobre todo cuidar.