Monasterio de San Salvador de Oña
Si eres un apasionado de la historia, debes descubrir este monasterio. Fue considerado como el más influyente de todo el Reino de Castilla.
Oña es una población que se encuentra a poco más de 60 kilómetros de la ciudad de Burgos. Por si fuera poco, forma parte de la comarca de la Bureba e, incluso, se la incluye en la reconocida Ruta de las Merindades. Esta localidad se fundó nada más y nada menos que en 1011. Ostentando el título de “Muy leal y valerosa villa de Oña”, llegó a ser tan grande que incluso consiguió tener hasta 300 templos, 200 aldeas y villas.
En ese lugar encontramos el espectacular Monasterio benedictino de San Salvador. Fue, sin lugar a dudas, uno de los más influyentes de la historia del Reino de Castilla. Sobre todo entre los siglos XI y XIII. En la actualidad, estamos ante el tercer monumento más importante de la provincia, así como uno de los más visitados año tras año.
Lo que más asombra, entre otras cosas, es su tamaño ya que parece una catedral. Este lugar, fundado por el infante Sancho García, se convirtió, sin lugar a dudas, en el centro tanto religioso como económico de toda Castilla. Una de las cuestiones más espectaculares la encontramos en sus cuatro retablos. Están dedicados a San Froilán, Santa Tigridia, Santa Gertrudis y, por último, a San Benito.
En una de las labores de restauración, en los años 70, se descubrió algo espectacular debajo de un retablo: Unos frescos del siglo XIV donde se refleja la vida de Santa María Egipcíaca. Por si fuera poco, en este Monasterio podemos encontrar un órgano barroco (1786) que cuenta con más de 1.100 tubos.
Otros rincones a destacar son, sin lugar a dudas, la Capilla Mayor y el Panteón Real y Condal. La primera de estas zonas está presidida por un espectacular retablo, en el que sobresale la capilla de San Íñigo, patrón del municipio burgalés. La segunda de ellas, lo que más llama la atención, son los ocho ataúdes que encontramos. Son los restos de Sancho García y su hijo García Sánchez (dos condes de Castilla), don Sancho II el Fuerte (rey de Castilla), don Sancho el Mayor (rey de Navarra) y su mujer, la reina doña Mayor. Por si fuera poco, encontramos a los hijos de Sancho IV el Bravo (los infantes Alfonso y Enrique) al hijo de Alfonso VII el Emperador y doña Urraca (don García).
Por lo tanto, en este Monasterio de San Salvador de Oña se encuentra el primer Panteón Real de Castilla. ¡Nada más y nada menos! En la sacristía de este lugar encontramos piezas artísticas de gran valor: Desde obras religiosas hasta objetos de los nobles enterrados en el monasterio, así como una talla de San Vitores de pie (sosteniendo, en sus manos, una cabeza cortada). Este es otro de los patrones del municipio burgalés.
De manera regular, la Iglesia Abacial es el escenario perfecto del conocido como Cronicón de Oña. Se trata de una teatralización que se realiza para recordar la historia de la villa, así como los acontecimientos que dieron lugar al Reino de Castilla. Con lo cual, estamos ante una oportunidad única de ser protagonistas directos de gran parte de la historia de nuestros antepasados.