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Escapada cultural y sevillana

Descubriendo el Alcázar de Sevilla

El Alcázar de Sevilla es uno de los lugares con más historia de toda la ciudad. Descúbrelo todo sobre él para disfrutar aún más la visita.

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Si visitas Sevilla, uno de los lugares que no puedes perderte es su Alcázar: es sencillamente maravilloso. Y es que paseando por sus distintas estancias y jardines paseas también por el tiempo, trasladándote muchos siglos atrás en la historia.

El Real Alcázar de Sevilla tiene su origen en la evolución de la Hispalis romana y más en concretamente en el siglo X. Fue entonces cuando el califa de Córdoba pidió que se construyera un recinto nuevo para el gobierno. Así, los omeyas levantaron un lugar adherido a lo que fue la muralla romana de la ciudad. Más tarde, a este palacio se le añadió el Nuevo Alcázar de los abadíes. Pero no fue lo único que le faltaba: los almorávides extendieron en lugar hasta el río Guadalquivir y los almohades, en el siglo XII, construyeron otras estancias como la Casa de la Contratación.

Aun así, no fue hasta el año 1249 cuando recibió la condición que todavía hoy tiene, la de sede de la Corona. Y es que no fue hasta ese año cuando se produjo la conquista castellana. Desde entonces, y más concretamente desde el siglo XV, el Alcázar sufrió varias remodelaciones. En esas ocasiones ya no se trataba de ampliarlo, sino de amoldarlo a la Edad Moderna. De este modo, se remodelaron lugares como el piso de arriba del Patio de las Doncellas, las yeserías y los arcos de una galería.

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Si visitas el Alcázar ahora, serás testigo de muchas de estas remodelaciones y también de las distintas etapas por las que ha pasado. También de los cambios que se le hicieron a los diversos jardines durante el renacimiento. Así, te encontrarás con un espacio precioso y monumental formado por jardines y palacios. Jardines y palacios construidos a consciencia, ricos en historia, en los que destaca la arquitectura mudéjar y renacentista.

Pese a su riqueza arquitectónica, los investigadores trabajan para descubrir de mejor manera su esencia. Por supuesto, su idea es devolvérsela. Hacer que el Real Alcázar de Sevilla recupere sus raíces, su verdadera identidad. Quieren lograr que recupere la que era su fisonomía en los inicios.

Pero no importa si lo consiguen o no, pues como decíamos el Alcázar es riqueza. Así, también es rico en cerámica. De hecho, bien podríamos considerar a este conjunto monumental como un museo de este material. En la entrada hay un león cerámico y en el interior, en cada uno de sus rincones, hay muros, fuentes, pavimentos, zócalos y muchas otras cosas hechas con cerámica.

Otro de los materiales protagonistas en el espacio del que hablamos es la piedra. De igual modo, en el Alcázar de Sevilla existen multitud de elementos fabricados con piedra. Así, piedra y cerámica resaltan frente al resto de materiales y se convierten en las verdaderas protagonistas del lugar.

Así, mientras pasees por el Real Alcázar de Sevilla descubrirás que muchas de sus estancias, que como ya hemos dicho tienen en su mayoría arquitectura mudéjar y renacentistas, están hechas con cerámica y piedra. Pero además, en una visita al Alcázar también puedes descubrir sus jardines.

Los jardines del Real Alcázar de Sevilla reflejan un lugar cuya idea era hacer disfrutar a las personas que vivían en la antigua fortaleza. En un primer momento eran huertas, pero después se transformaron en jardines maravillosos que algunos consideran incluso el paraíso. Y es que el verde, el agua que intenta compensar el estrechamiento del río Guadalquivir durante la construcción y la paz que se respira en su interior son sensacionales. Calma y tranquilidad predominan en unos jardines bellos y mágicos que tienen aún más magia durante las noches de verano. Y es que entonces se llenan de una música que aporta más calma, paz y tranquilidad a un lugar que ya de por sí es un paraíso natural.