Viajestic» Escapadas

Iznájar

El lago de Andalucía muestra su paraíso oculto

El Embalse de Iznájar, conocido como el Lago de Andalucia, se ha convertido en el inicio de numerosas rutas senderistas para conocer su entorno y el municipio de Iznájar, uno de los pueblos más hermosos de España.
Embalse desde el castillo de Iznájar | Imagen cortesía de Borrón y Cuenta Nueva Comunicación
Embalse de Iznájar | Imagen cortesía de Borrón y Cuenta Nueva Comunicación
Atardecer en el embalse de Iznájar | Imagen cortesía de Borrón y Cuenta Nueva Comunicación
Panorámica del embalse de Iznájar | Imagen cortesía de Borrón y Cuenta Nueva Comunicación
Puente Molinillo. Enclaves subacuáticos del embalse de Iznájar | Imagen cortesía de Borrón y Cuenta Nueva Comunicación
Fábrica de Industrias Bello | Imagen cortesía de Borrón y Cuenta Nueva Comunicación
Construcción del embalse de Iznájar | Imagen cortesía de Borrón y Cuenta Nueva Comunicación
Iznájar desde su embalse | Imagen cortesía de Borrón y Cuenta Nueva Comunicación
Torre de Luz | Imagen cortesía de Borrón y Cuenta Nueva Comunicación

El embalse de Iznájar, tiene un perímetro total de más de 100km y sus aguas provienen del río Genil. Desde aquí, parten rutas que permiten conocer un entorno casi virgen, paisajes únicos de enormes olivares y el pueblo de Iznájar, al que rodea con sus aguas. Pero este entorno no fue siempre así; muchos vecinos de la zona recuerdan como a finales de los años 60, fábricas, carreteras, puentes, tierras de labranza y muchos recuerdos, desaparecían engullidos por las aguas. Este embalse y su presa fueron considerados en su día una de las obras de ingeniería civil más importantes realizadas en España.

En verano el Lago de Andalucía, se convierte en un paraíso idílico en el que disfrutar de deportes acuáticos, baños, paseos en lancha y tomar el sol en una playa tranquila y diferente, rodeada de paisajes tranquilos y el verdor de los alrededores. Pero el otoño e invierno, la bajada de las aguas, permite volver a descubrir los secretos que esconde el embalse.

Un paseo por sus orillas nos devuelve a la vida de los años 60. Junto a las huertas estaban los molinos, las fábricas de tejas –que eran el sustento de las gentes de esta localidad- y los caminos que llevaban a las aldeas y cortijos cercanos. Cuando las aguas bajan, descubriremos la chimenea de la zona del Puente de Hierro que formaba parte de la antigua fábrica de aceite de Industrias Belo, ya que esta zona está completamente rodeada de olivares y era y es una de las principales actividades del municipio.

También, descubriremos las casas que los iznajareños se vieron obligados a abandonar y la antigua torre eléctrica que abastecía al pueblo. Otro vestigio importante es el Puente Molinillo, cuyos cinco arcos de medio punto se observan perfectamente, para volver a esconderse cuando las lluvias de finales de invierno y primavera lo oculten. Es una estructura que se encuentra perfectamente conservada e incluso permite pasear sobre él con total seguridad. Entre las espectaculares vistas del Puente Molinillo también se atisba otra chimenea aceitera, en este caso, la fábrica de aceite del Conde de la Revilla.

Unos tesoros que emergen y se ocultan, año tras año, en un embalse que abastece de agua a toda la comarca y cuya central eléctrica es una de las más importantes de Andalucía. Un lago que, en verano es una playa de agua dulce con más de 1,5 km de largo, y en el que también se ubica la Estación Náutica Lago de Andalucía donde se pueden practicar deportes náuticos como piragüismo, paddle surf, vela o, simplemente, nadar. Y este lago en otoño e invierno, nos seduce revelándonos la historia de esta comarca que lleva ocultando desde 1969.