Y si hay lugares que se han convertido en todo un must en la isla, son los “llocs.” Casas blancas aisladas rodeadas de fincas en las que se siembran cereales con prados de pasto siempre verdes. El lugar en el que pacen las vacas, con cuya leche se elabora el célebre Queso de Mahón, con Denominación de Origen. Muchos de estos “llocs” se pueden visitar, y son una peculiar atracción turística, y también una gran alternativa de alojamiento. Ideales para disfrutar de la esencia menorquina en un ambiente tranquilo y rodeados de paisajes fascinantes. Agroturismos en edificios de singular arquitectura. Con quesería, horno de pan, alacena, almacenes, corrales, cochera y establos. Si te gusta el campo, seguro que te suena fenomenal. Y por si fuera poco, además de disfrutar de la preciosa Menorca, y de relajarte en un oasis de paz con mucho encanto, puedes también aprender el arte de la elaboración del queso mahonés, y hacerlo con la “Ruta del Queso”. Un itinerario que agrupa todas las empresas en las que degustar, comprar, e introducirte, en el mundo de este producto. Toda una experiencia para los sentidos de la mano de los mejores productores, que te contarán todos sus secretos. Los “llocs” han durante años uno de los principales motores económicos de la isla hasta convertirse muchos de ellos en enclaves turísticos. Originariamente, estos establecimientos rurales se regían por el método tradicional, en el que el propietario, conocido como “Es Senyor” o Señor, gestionaba las tierras y coordinaba el trabajo de los agricultores o“payeses”. Ambos se repartían las ganancias. Hoy, todavía algunas de estas fincas rurales producen leche, Queso de Mahón y embutidos típicos, como la sobrasada, la “carnixua” y el “camot”. Así, los “llocs” se han reconvertido en maravillosas casas rurales ideales para una escapada en cualquier época del año.Y distribuidos por todo el territorio insular, la oferta de llocs es amplia y variada, con todo tipo de establecimientos situados en un entorno familiar y acogedor desde el que hacer turismo en Menorca. Hay hoteles rurales. Muchos de ellos lujosos establecimientos en las afueras de los pueblos menorquines más singulares con impresionantes vistas. Con restaurante propio y capacidad para 10 personas, o familias. Agroturismos, que son establecimientos más cercanos y familiares, son tradicionales fincas rurales, sin tantos detalles como los hoteles, pero con mucho encanto. Y suelen tener animales en el campo y están diseñados para grupos más reducidos. Muchas de estas casas de campo tienen un prefijo junto al nombre de la finca, un prejifo que indica la procedencia y la historia. Lo más utilizados son de clara influencia árabe. Bini: hijo de. Son: esto de, que indica el nombre del payés. Torre: “llocs” que tenían algún tipo de fortificación en sus orígenes. Al: el artículo árabe. O Rafal: que designa “finca”, “propiedad”, en el sentido de “lloc de explotación agraria”. Sea, como sea, los “llocs” de Menorca, mucho más que lugares con encanto, y una fabulosa alternativa para pasar unos días viviendo la auténtica esencia de la isla. Y también, por qué no, lugares en los que refugiarse en Navidad. Más información: "Llocs" de Menorca También te puede interesar Baleares, un must para locos de los pájaros El despertar de la cultura talayótica