TARRAGONA
Si hay algo por lo que haya que destacar a la playa de Els Muntanyans (Las Montañas) es por su autenticidad. Aquí no estamos ante un escenario teatral, ante una acción provocada para que, nada más pongamos un pie en su are, caigamos rendidos y enamorados de estos dos kilómetros largos de costa salvaje. De hecho, si no hay viajero que no deje un poco de su corazón al dejar esta playa es, precisamente, porque es naturaleza 100% lo que se respira, con un ecosistema que mantiene la pureza de un territorio virgen gracias a una importante zona de dunas que enmarca la playa y la protege.
Con una anchura media de 66 metros, se trata de la joya de la Corona del municipio tarraconense de Torredembarra, que presume de unas aguas excelentes los 365 días del año y unos servicios de calidad que, sin embargo, respetan su rusticidad. Así, no faltan instalaciones como duchas, papeleras, pasarelas, torres de salvamento... pero todo con cuidado para no estropear la postal. Y es que no hay rincón que no merezca una foto.
A la playa se accede por diferentes pasarelas, siendo las más conocidas las que están realizadas mediante empalizadas de madera, en pequeños caminos que cruzan la duna y llevan al mar. A su vez, a estas se llega a través del llamado Sendero Azul, un galardón que desde 2012 valora el recorrido que parte del barrio de Baix a mar en el pueblo y que cruza los espacios naturales protegidos.
Es una ruta de senderismo que sale de Cal Bofill, el Centro de Actividades Medioambientales y donde se puede visitar una exposición permanente sobre la playa de Els Muntanyas y sus particularidades medioambientales. Luego se adentra en el barrio para terminar recorriendo los 2,2 kilómetros de arenal, al lado de la zona de marismas con dunas y lagunas que suman hasta 11 hábitats de interés (algunos de los tramos están adaptados a personas de movilidad reducida, así como hay una pasarela de hormigón que permite un mejor acceso a la playa).
Els Muntanyans es, a su vez, una de las mejores playas nudistas del Mediterráneo. La zona acotada para esta práctica es de 400 metros, en un área en la que los bañistas que prefieren dejar el bañador dentro del capazo gozan de tranquilidad e intimidad gracias, de nuevo, a la duna.
Galardonada con la bandera azul, este espacio al norte de la ciudad de Tarragona es perfecto para una escapada de todo un día. Como se encuentra cerca del pueblo, nada mejor que, tras una jornada de baño, y si no se quiere pasar mucho más tiempo tomando el sol, acabar almorzando o cenando en Torredembarra. Es el momento perfecto para visitar monumentos como la torre mudéjar del siglo XII, la antigua muralla o los restos de la villa romana.
Como hemos dicho, la playa no está lejos de zonas habitadas, concretamente de la urbanización Clarà-Mar, por lo que es fácil llegar en coche, aparcar y caminar hasta el punto que mejor nos convenga. Sin embargo, también tenemos la opción de ir en tren, ya que la estación se encuentra a apenas 1,2 km. de la misma. Será un buen paseo que, seguro, abrirá el apetito y las ganas de conocer la que para muchos es la mejor playa de la Costa Dorada, así como el rincón perfecto para desconectar de todo.
Más información:
Turismo de Torredembarra