Escapada a Besalú y su entorno medieval

Es lo primero que el visitante se encuentra nada más llegar, una construcción del siglo XI, que tiene una particularidad ya que antiguamente era una especie de aduana. Desde el puente se controlaban todas las mercancías que iban a entrar a la ciudad y justo debajo del torreón principal se cobraba el peaje, medio dinero por quién cruzaba en carro y un dinero si lo hacían a pie.

Besalú tiene estrechas y pequeñas callejuelas como las que conforman el antiguo barrio judío donde convivían, plateros, prestamistas y médicos. Todavía a día de hoy quedan algunos vestigios. Aunque ya han pasado varios siglos todavía algunas puertas conservas algunos orificios donde se colocaban unos cilindros de hierro, conocidos como la 'mezuzá’ en su interior contenían un pergamino con una oración judía.

Esta población conserva todavía un tesoro único, los baños judíos, conocidos como micvé, donde se realizaban rituales de purificación. El agua provenía de los manantiales más puros.

Lourdes Sibeccas de la oficina de turismo de Besalú, nos comenta que encontrar un micvé era muy complicado y el poder tener uno en un estado tan bueno como el contiene la población de Besalú hace más fácil poder revivir la experiencia que tenían los judíos en esos baños durante épocas pasadas.

Toda esta riqueza artística ha hecho que Besalú viva prácticamente del turismo y es que solo el año pasado visitaron esta población más de 80.000 personas. Además de que se encuentra en un privilegiado enclave natural es muy fácil que el visitante pueda imaginar como vivía la comunidad judía en este lugar hace más de 1000 años. Sin duda es una población impregnada de historia.